¿Qué debería hacer? ¿Debería llamar a Sophia? De acuerdo, una búsqueda rápida en internet debe solucionar las cosas.
"Cómo quitar la ebriedad a alg..
No, eso ni siquiera suena lógico. ¿Qué tal..
"¿Cómo aliviar síntomas de ebrieda..—Préstame ropa ¿quieres? Creo que...necesito tomar una ducha.
¡Eso es, una ducha! El agua fría le hará bien.
Pero ¿cómo va a darse una ducha? Ni siquiera puede mantenerse en pie correctamente. Me sorprende que al menos pronuncie palabras como es debido.—Hey, tonta ¿me darás ropa o no?
—Que si, que si. Debo buscar primero.
—Está bien, esperaré en la puerta del baño... —La veo tambalearse y salir al pasillo con seguridad, luego se detiene de golpe y voltea hacia mí. —Por cierto ¿Dónde está el maldito baño?
Río por lo bajo mientras camino hacia ella, tomo su mano y la llevo casi a rastras hasta el lugar objetivo.
—No eres tan inútil después de todo.
Woah, deja vù. —Gracias, es lo más agradable que me has dicho en lo que va de estos días.
—¿En serio?
—En serio.
Maia apoya su espalda contra la puerta del baño y se deja caer al suelo, como cuando un niño quiere escuchar una historia. Me causa mucha gracia toda esta situación, así que la imito y me siento a unos metros de ella.
—¿No te he dicho nada más agradable últimamente?
—No estoy segura.
—Mmm... Entonces, debería hacerlo ahora mismo. — De acuerdo, eso es algo muy extraño para decir. ¿Por qué está gateando hacia mí? —Eres hermosa.
No pude evitar reír ante el comentario. —Gracias.
Me miró en silencio unos segundos, hasta que me vio arquear las cejas. —¿Y ya? ¿"Gracias"? ¿Esa es tu reacción, en serio? —Maia se acerca más a mi rostro y repite. —Te he dicho, que eres hermosa.
—Estás ebria, Maia.
—No, bueno, si lo estoy. Estar ebria no me hace ciega, tonta. Entiendo que tú estés ciega y por eso uses esos lentes tan horribles, pero yo no lo estoy.
—Hey, hey, hey. Estás hablando demasiado.
—Es para que me creas ¿ya me crees o debo seguir hablando?
—Mmm, sigue hablando.
—De acuerdo. Quiero confesarte algo. —Asentí sin decir nada, estoy segura de que mañana se arrepentirá de eso. —Tengo náuseas, abre el baño, abre el baño.
Acto seguido, se levantó rápidamente y entró a vomitar. ¿Qué esperaba? Es Maia, es más probable que el mundo acabe a que sea realmente sincera.
No me quedó de otra más que sostener su cabello mientras vomitaba. Estuvimos en esa situación al menos 20 minutos hasta que por fin pude limpiarla.—Te lo dije... No eres tan inútil.
—Seguro, campeona. Deja de hablar y mantente en silencio, agarraré tu cabello. —Dije mientras salía del baño, en busca de alguna pinza..
—Puedo oler tu perfume con claridad... Hueles muy bien.
—Gracias, ya me lo habías dicho.
—¿Si? Pues quiero y voy a repetirlo. Hueles muy bien. Déjame abrazarte, tal vez el olor se impregne en mí.
ESTÁS LEYENDO
Sentir sin sentir
RomansaIsabelle, quien en algún momento fue una adolescente enamorada, es ahora una adulta que no puede dejar de pensar en su primer amor, quien la abandonó repentinamente. Su nombre era Maia, y ella fue su todo. Como consecuencia, pasaba sus noches record...