–Bien hecho McMisille, tu misión ha dado con el paradero de éste maldito ruin.–dijo uno de los líderes de la CIA hacia el espía inglés.
Finn McMisille era muy reconocido por las ligas de la CIA y FBI, su carácter es bastante tranquilo, serio y calculador y, por supuesto; un gran imán para las mujeres espías. Actualmente estaba comprometido con una bella dama inglesa, ya tenían todos los planes al pie de la letra pero el trabajo lo estaba consumiendo a tal punto de irse por días. Lo cual su relación estaba cayendo poco a poco lo cuál Finn se sentía bastante alarmado por la relación, no era su culpa pero si seguía así posiblemente la perdería. Después de recibir los labios del superior solamente se dirigió a su oficina privada donde solamente se encontraba observando la foto de su prometida; era bella y no podía negarlo, su pelo castaño y sus ojos verdosos eran dignos de ser sacados de la mina mas brillante de todas. La conoció durante una misión de rescate, ella corría peligro con un maliante y él llegó justo a rescatarla.
Su corazón dió el blanco con su amada, al principio la mujer no estaba tan convencida de tener un romance con un espía multinacional; pero a final de cuentas aceptó la relación y no era que estaban mal.Se decían todo incluyendo las cosas en el trabajo, eran muy atentos porque todos le tenían envidia por darse el lujo de conocerse más y sin tener problemas por el trabajo de cada uno. Pero ésta vez si, era la cita más importante de Finn McMisille en ése entonces, era donde la cena con los padres de su prometida.
Parece chiste saber que le tendrías miedo a tus suegros pero no eran unos suegros cualquiera, eran los padres del amor de su vida y ésta vez llegaba tarde. Finn solo agradeció y se puso en marcha hacia su auto, “no vendría mal saltarme uno que otro alto.” Dijo Finn.
Quince minutos tarde pero al fin llegó al restaurante donde se verían, pero al menos su prometida y los padres de ella estaban ahí esperándolo y no con una buena cara a excepción de su querida dama.–¡Oh aquí estás querido!–dijo la mujer hacia Finn que se acercaba con una sonrisa. –Llegaste tarde...–le reprochó.
Finn amaba esa cara, ese puchero de niña malcriada que le encantaba, solo rió un poco y le guiñó.
–Lo siento, tuve varios percances en el camino y mi jefe no paraba de alardear mi trabajo.–dijo Finn quitándose su clásico sombrero de espía. –Perdonen mi primera impresión señores, mi trabajo es más pesado que nunca y son largas horas .–añadió Finn hacia los padres de su prometida.
A la encantadora mujer de una edad de sesentas no le tomó tanta importancia, hasta le sonrió y hizo un gesto de que no importaba, contrario del padre que solo añadió un bufido de toro enojado.
Todos se sentaron y el camarero llegó a tomar su orden; la cena no fue nada incómoda por la prometida de Finn que halagaba a Finn con mucha alegría y amor al igual que la madre se sentía bastante encantada. Finn y su suegro casi ni hablaban durante todo el trayecto de espera por su cena pero Finn solo sonreía más que nada. Al final la cena llegó y el silencio reinó por la mesa a excepción de los cubiertos chocando y los bocados suaves por la comida.–¿En qué trabajas?–dijo el padre hacia Finn con seriedad, hasta la voz daba miedo.
Finn trató de procesar lo que iba a decir a continuación, decir mentiras era la gran fachada de ser un espía.
–Soy un excelente trabajador en las oficinas de gobierno en Londres, tengo un puesto bastante importante. Hay veces en las cuales debo realizar viajes al extranjero.–dijo Finn con naturalidad.
El padre no dijo nada, hasta movió la cabeza para señalar que entendía el puesto de trabajo. Pero en los adentros del padre sabía bien el trabajo de éste, con solo el tono de sus palabras.
Al final la cena transcurrió con éxito y al parecer el padre por fin simpatizó con él. Finn ganó una batalla pero no por mucho tiempo.
El departamento estaba reluciente y más por ambos dueños que muy pronto se iban a casar.
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†•Espía por error•† (Finn McMisille x Mate)
RomanceSabemos bien la historia de amor con Francesco Bernoulli y McQueen; ahora es el maravilloso turno de un amor bastante increíble por parte del espía inglés y de un raro mecánico sabelotodo. ¿Quieren saber cómo se enamoraron? ¿Cómo surgió todo? Solo l...