Capítulo 31

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No había despegado aún la vista del suelo. Caminaba sin mirar hacia delante, ni siquiera se molestaba en subir la vista cuando lo saludaban o se acercaban a conversar con él. Cuando llegó a su residencia todo estaba vacío y silencioso, todo el mundo estaba en la fiesta de Mark, y los pocos que no estaban allí estaban en las bibliotecas estudiando para la última semana. Por lo que sabía que en su habitación no habría nadie, y era lo que necesitaba.

Abrió la puerta y se sentó en su cama. No se había dado cuenta hasta ese momento de su respiración entrecortada. Estaba enfadado, hecho una furia. Quería golpear algo, debía hacerlo o sabía que si no podría llorar de rabia. Sentía que en cualquier momento lo haría, pero no quería.

Se levantó y pateó su bolsa aún sin deshacer. ¿Por qué Mark era tan estúpido? ¿De verdad prefería ese estúpido contrato que a sus amigos? ¿Qué a él? Hacía justo un año él casi hizo lo mismo, pero finalmente eligió lo que de verdad le importaba. Pero esta vez no era tan sencillo, aunque Mark cambiara de opinión parecía otro.

Él no quería otro Mark, quería al suyo. ¿En qué momento las cosas habían cambiado tanto? Cuando se disponía a tirar la lámpara de su mesilla, golpearon la puerta.

—¡Lárgate! —exclamó fuera quien fuese el que estaba al otro lado.

Aun así abrieron la puerta, Allie se asomó por ella.

—¿Puedo pasar? —preguntó a pesar de que ya estaba entrando.

—No. —se limitó a decir Jackson con tono seco.

—Entraré de todas formas. —dijo cerrando la puerta tras de sí. —¿Estás bien? —preguntó al ver todo a su alrededor roto y desparramado.

—¡¿Bien?! ¡¿Tengo pinta de estar bien?! —le espetó lleno de furia.

Allie entrecerró sus ojos.

—No hace falta que uses ese tono conmigo.

—¡Todo esto es culpa tuya! —la acusó de repente.

—¿Mía? ¡Yo no obligué a Tuan a convertirse en lo que es, Jackson! —exclamó ella molesta.

Jackson la fulminó con la mirada, pero enseguida bajó la mirada avergonzado, en eso tenía razón. No podía tomarlo con ella, cuando había sido la que le había abierto los ojos.

—Todo esto es una mierda... —dijo derrumbándose en la cama y cubriéndose la cara.

Allie se acuclilló frente a él y le agarró las manos para apartárselas de la cara.

—He sido un idiota. Me esforcé tanto en cambiar, en ser mejor... —las palabras salían de su boca sin parar, él odiaba compartir lo que pensaba con la gente, odiaba mostrarse débil, sin embargo con Allie sentía que podía hacerlo. —¿Y para qué? Al final, cuando tuvo que elegir, él no me escogió a mí.

—Es un egoísta. —intervino Allie.

—Lo más insoportable es que él no era así... Esa Sarah... —frunció el ceño de pronto recordándola, sobre todo en ese momento, que debía estar con una sonrisa triunfante.

—Jackson, Sarah nunca le ha obligado a nada, él siempre ha sido libre de escoger. —contestó Allie.

Jackson abrió la boca para defender a Mark, pero eso era lo que llevaba haciendo todo ese tiempo, y ya vio lo equivocado que había estado.

—Sí... Puede que ese haya sido mi error, pensar que él no era el culpable. —dijo Jackson con pesar.

Allie le agarró con más fuerza las manos, aquel era su momento, debía arriesgar todo.

Sólo dos cosas - 爱 // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora