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~Liam~

Son las nueve de la mañana. El único levantado de los miembros de One Direction. Me doy una ducha, y solamente me pongo un pantalón gris largo cómodo.
Salgo al balcón de mi habitación con el móvil respondiendo a varios mensajes, por suerte no hay fans por fuera del hotel. Simplemente tengo vistas de la Quinta Avenida de Nueva York a estas horas de la mañana.
Guardo mi móvil después de saludar a Sophia mediante un mensaje, esperando respuesta, lo coloco en el bolsillo derecho del pantalón.
- Buenos días Batman.-dicen cerca mía, me vuelvo al balcón de la siguiente habitación y es ella.
- Buenos días Joy.-sonrio. Si no fuese por el muro de medio metro que nos separa la saludaria con dos besos en la mejilla.
- ¿Qué tal has dormido?.- pregunta acercándose al muro. Hago lo propio, ir a su lado.
- Bastante bien, ¿y tú? .-pregunto sonriendo.
- Bien, dandole vueltas a la cabeza a un par de cosas.-ya eramos dos...no he podido dejar de preguntarme que me pasaba con esta chica.
Sonríe luciendo su larga melena rubia y vestida con una chaqueta de cuero negra, de esas muy parecidas a las mías y una camisa blanca bajo ella. Una falda que le llegaba más o menos por las rodillas, algo más corta y bastante pegada de color negro. Su maquillaje es sencillo y perfecto.
- ¿ A qué hora cogemos el avión de Washington?.-pregunta.
- A las doce.-respondo mirando la calle apoyandome en el barandilla.
- Genial.-sonríe.-¿has desayunado?
Niego y vuelvo a mirarla.
- ¿Bajamos?.-propongo y asiente ilusionada. Sonrio.- dame un momento a que me vista.- asiente y vuelvo a mi habitación.
Me visto con lo más sencillo que encuentro y cojo una gorra negra, me la pongo hacia atrás y salgo de la suite. En el pasillo, ella me espera. Sonrio y le ofrezco mi brazo, se amara a él y bajamos en ascensor, repitiendo nuestro juego de miraditas.
[...]

Desayunamos entre risas y sin dejar de hablar. Pues para nada me equivocaba, es una chica bastante agradable y no aparenta ser de esas que te dan apuñaladas por la espalda.
- ¿Qué tal si...yo te cuento mis cosas y tú me cuentas las tuyas?.-dice untando nutella en su tostada.
- Necesitas un amigo urgentemente.-bromeo.
- Pareces muy buena gente.-ríe leve escudándose.
- Bueno...está bien.-sonrio.-ya que tú también lo pareces...
Ambos reímos leve y comienzaba el desayuno más largo de mi vida.Literalmente, nos estabamos contando la vida.
Conocí a una Joy bastante sensible. Al contarle mi historia desde que nací hasta las.veces que me había roto la nariz aprendiendo a boxear, le habían saltado un par de lágrimas.
Su historia me impresionó bastante, al parecer se crió con su padre ya qué su madre murió cuando tenía tres años, ahí fue la segunda vez que vi lagrimas saliendo de sus ojos. También sufrió acoso escolar, aunque no tanto como yo. Y en la vida, nunca se ha enamorado.
Un dato curioso que me dijo cuando le hablaba de Sophia fue:
- Lo siento, me cae mal.
Dejé estar ese comentario hasta que vi llegar al resto de los chicos al salón que habíamos reservado solo para nosotros.
Al volver a nuestra habitación, antes de ella entrar en la suya dijo:
- Gracias por la cita Payne.
Guiñó un ojo y entró.
«¿ Era una cita ?»

~Where do broken hearts go?~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora