En medio del caos⅓

Capitulo cuarenta y cinco.

Salir de la cabaña fue un verdadero reto.
Habían Vampiros por todas partes y los hombres lobo de mi nueva manada nos habían olvidado así que estábamos solos. Sumándole el hecho de que Marcus casi nos atrapa.

Pero pudimos salir.

Ya en la manada dejé todo en otra caja y nos pusimos a limpiar las armas, terminamos ya casi a las 3 o 4 de la mañana, todo estaba MUY sucio y algunas armas hasta rotas.

★ ★ ★

Ya en el desayuno, salgo de mi habitación y Phelan me acompañó hasta un gran comedor donde debían haber aproximadamente 70 lobos y lobas. En la punta de la mesa pude distinguir a Thomás y Amelia, estos me miraron y luego me ignoraron.
Aún me duele que Amelia me haga esto, pero más me duele que mi mejor amigo aún esté con ella y no sepa que le es infiel.

Suspiro y tomo asiento al lado de Phelan, este me explica algunas cosas de la manada y así nos distraemos casi toda la mañana.
Hasta que...

-Katherine — me llama Thomás a mis espaldas.

-Si, dígame Alfa.

-No me digas así, somos amigos.

-No, no lo somos — le rebato — ¿Qué quieres?

-Katherine...¿Enserio vas a hechar a la basura tantos años de amistad?

-No lo hice yo, lo hiciste tú al meterte con la chica que me gusta, sabías que ella me gustaba.

-Es tu prima, no tenías oportunidad.

-Pero igual — volteo al mirarlo — me lastimaste, me lastimaste y sin embargo, intenté comprenderte. Todo lo que mi familia te dio...y ahora, ahora solo eres Thomás Lycan.

-No es mi intención lastimarte, solo sigo órdenes — me dice en un susurro..¿Apenado? Buena actuación.

-¿Órdenes? Claro, claro, me lo voy a creer.

-Jamas entenderías.

-Claro, porque en esta historia yo, soy la mala — me levanto de la mesa y lo miro furiosa — espero pases un lindo día, Alfa.

Y me voy de allí irradiando furia.
Auto-Control, es algo que me falta. Aunque ahora deberé aprender a usarlo pero ya será después, ahora mismo solo quiero romperle los huesos a Thomás y luego matar a Amelia por puta.

Aracelis: Sería buena idea matarla, el amor es una mierda.

Katherine: Concuerdo contigo pero no, no la voy a matar, ya tenemos un objetivo.

Zafiro: ¿Enserio estás considerando la idea de matar a Joseph? Katherine, lo que sientes por el es más fuerte de lo que crees. Yo lo acepté como tu mate, Aracelis lo acepto como tú Rey y tú lo aceptaste como tú crush.

Katherine: Mató a Veroxica y Marco, debe pagarlo.

Rompo la conexión para no seguir escuchando a esas dos y sigo caminando.
Al llegar al lago me dejó caer en la orilla.

No puedo ser tan débil, ¿Porqué todo esto aun me duele? Ya me debería dar igual lo que haga Amelia con su vida pero... Pero simplemente no puedo olvidarla.

Pero ella ya es lo de menos, de todas formas ella no importará después.
Cuando todo esto acabé y me reencuentre con mis amigos...

. ★  ★  ★ .

Pongo la lámina en la mesa y tomo los lápices y colores.

-Para poder llegar a Joseph no puede haber fallas, recuerden que el es un gran asesino y un pura sangre de calidad — les digo a Phelan y Matías — así que debemos tener cubiertas todas las posibilidades.

-Podria crear una barrera en la cabaña para que nadie pueda entrar o salir, así evitaríamos que lleguen más Vampiros — propone Matías.

-Buena idea, pero todavía van a quedar más puras sangre adentro de la casa y nos van a complicar todo.

-Yo podría hacer una distracción para que Juan y Williams salgan — se ofrece Phelan.

-No, porque podrían mandar a Joseph. Pero si podríamos atraerlos por privado...

Miro el dibujo que estoy haciendo de la cabaña, cada detalle concuerda con ella. Si le agrego la barrera que va a crear Matías, tendrán que ir al bosque para no quedar dentro de ella, pero a ellos no les gusta entrar al bosque porque es territorio de lobos...

Pero Juan haría lo que fuera por una chica...

-Oye Matías, ¿Podrías crear una estatua viviente con rocas u hierro?

-Umm si, quedaría muy bien, ¿Para?

-Para la distracción de Juan, el haría lo que fuera por una chica.

-Pero no se lo va a creer, las estatuas no hablan.

-¿Entonces necesitamos a una verdadera chica? — habla Phelan.

-¿Y de dónde sacaremos a otra chica que no sea yo?

-¿Zafiro y Aracelis?

-La van a reconocer.

-¿Y yo? — habla una voz a nuestras espaldas. Todos los presentes volteamos a ver de quién se trataba, ya que no sabíamos cómo alguien entró. Al ver a Amelia, me quedé paralizada.

-¿Y tú porque querrías ayudarnos? — habla Matías.

-Seguro es porque se quiere revolcar con Juan — dice Phelan.

-No, yo solo... — guarda silencio por un momento. Toma aire y luego sigue — Katherine, no estuvo bien lo que te hice, es que yo...te tenía envidia.
Siempre fuiste mejor bailarina que yo, tuviste unos padres mejores que los míos y siempre tuviste a Thomás para apoyarte y yo...yo no tenía nada.

La miro en silencio mientras dejo que siga hablando, no me esperaba esto.

-Yo siempre tuve que esforzarme para encajar y tú solo llegabas y ya, siempre fuí tú sombra y por eso tuve que cambiar, madre me regañaba constantemente y yo...solo quería escucharla decir que estaba orgullosa, pero cuando me hechó de la casa...

-¿Ti-Tia Lucia te hechó de la casa?

-Si, lo hizo cuando le dije que me sentía mal por ti. Se lo que vas a hacer y quiero ayudarte, quiero que la última vez que vea a mi prima, ella no me odie.

-Pero... pensé que no me querías. Tu me abandonaste en el hospital cuando el carro me...

-Yo ubiera estado allí pero... madre... no quise hacerte sufrir...

Quisiera creerle, pero honestamente... No creo ni una sola de sus palabras, seguro es otro truco...
Ella me abraza llorando y yo le correspondo levemente, hay una parte de mi que quiere creerle pero se que ella no es nada buena.