I𝗡 L𝗢V𝗘 W𝗛I𝗧H 𝗠E?

prologue

— Jake.

Suspiro como por milésima vez en lo que mi mejor amiga «en realidad es como mi hermana de otra madre» me terminaba de contar el cómo había conocido a un chico súper guapo «según sus palabras, yo no sabía quién era el tipo», y no hacía falta ser un psíquico para saber que tras ese entusiasmo al hablarme de su nuevo crush habían otras intenciones.

Sí, yo estaba involucrado en esas nuevas intenciones.

No me malinterpreten, no es que no me guste ayudarla en cada uno de sus no-tan-increíbles-planes, pero siempre que terminaba ayudándola algo salía enormemente mal. No dudaba en que esta vez sería lo mismo.

El pequeño golpe que Ji le da a mi brazo me devuelve a la realidad, sobando exageradamente la zona afectada mientras trato de no torcer los ojos en un signo de notable frustración. La amo, pero su insistencia me tenía hastiado.

— Por favor, te prometo que esta será la última vez... — me dice y sus ojitos de cachorrito me miran con ilusión. Maldita mujer tramposa. — Solo debes fingir ser gay para que...

Dejo de prestarle atención nuevamente cuando oigo la última frase salir de sus perfectos y rosados labios, aturdiéndome por completo. No escuché mal, aquello era lo que era y yo no podía estar más descolocado de lo que ya estaba. De todos sus planes locos jamás se me había cruzado este por la cabeza, ni en mis más aterradores sueños siquiera.

— ¿Qué? — logro gesticular cuando me percato que ha juntado sus manos y entrelazado sus dedos frente a su rostro en modo de súplica. Me perdí de todo lo que dijo pero escuché suficiente como para saber que todo esto era una completa locura.

— Jakey, es sencillo: solo debes fingir que te atraen los hombres, así Sunghoon no malinterpretará las cosas entre tú y yo.

Sí, era bien sabido que una amistad entre un hombre y una mujer solía ser un fracaso total porque uno de los dos siempre terminaría gustando del otro. Pero, por Dios, ¡nosotros éramos casi como hermanos de otra sangre! ¿Por qué la gente no podía aceptar que dos personas del sexo contrario también podían tener una amistad tan fuerte como lo es la nuestra?

— Pero yo no-

— Lo sé, solo aparentarás cuando él se encuentre cerca, ¿sí?

Lo medité un poco antes de darle una respuesta.

No era algo sencillo, sé que no debía cambiar mi personalidad porque, vamos, los hombres gays no necesariamente son más afeminados como muchos creen, pero al menos debía actuar lo mejor posible para que se vea creíble nuestra enorme y terrible farsa.

— Ji, sabes que todas tus ideas han salido mal. — la observo abultar su labio inferior y me rasco la nuca, sintiéndome fatal cuando sus hombres decaen y noto un atisbo de tristeza en su rostro dolido. Suspiro otra vez, continuando con mis palabras que no eran más que mi sentencia de muerte. — Sabes que esto es una locura total, sin embargo — jalo un mechón de su cabello para que cambie su semblante afligido. — lo haré esta vez también porque quiero verte feliz.

En cuanto acabo de pronunciar aquello, Jihyun no duda ni tres segundos en tirarse encima de mí, haciendo que ambos caigamos al césped aunque yo recibo el golpe en mi espalda. Ella queda encima de mí, abrazándome como si su vida dependiera de ello, casi dejándome sin aire por la fuerza que estaba empleando con sus pequeños y delgados bracitos alrededor de mi torso.

— ¿Te han dicho que eres el mejor amigo que alguien podría tener?

— No, pero siempre estaré encantado de oírlo.

— Eres increíble.

— A que sí.

Recibo un pequeño golpe y río, apretujándola en mis brazos también, importándome poco las miradas escrutadoras de los que pasaban cerca de nosotros.

Si tan solo en ese entonces hubiese hecho caso a la vocecilla en mi cabeza que me reptía una y otra y otra y otra vez que nada bueno podría salir de ahí, nada de lo que se avecinaba habría ocurrido.

Pero el pasado no se podía modificar y las cosas no siempre salían como uno quería.

ㅤ ㅤ
ㅤ ㅤ
☾

:p

aparezco.