25: Cada parte de ti

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Fade into you (Mazzy Star)

Jake ⚽️️

No les puedo negar que al escuchar decir a Zoé "se acabó" algo se rompió, ¿tanto daño le hice como para obligarla a tomar esa decisión? Y sé que me equivoqué en la manera en que actúe, en cómo le hablé, pero me dolía, me dolía pensar en mi padre, en mi madre y especialmente pensar en saber que Zoé no merece estar en mi mundo. Ella es demasiado buena como para meterla en esto.

Es inocente, y no quiero que su inocencia se vaya de la peor manera, no quiero hacerle daño inconscientemente, pero al parecer ya se ño he hecho. Como la conozco sabía que iría a la fiesta así que decidí mejor pagar un uber a la casa de Matthew, lo cual por el tráfico tardo una eternidad. Al llegar la busque por todos lados y cuando la encontré se podía notar que estaba borracha.

Era por eso que lo menso que quería era discutir. No estaba en sus cinco sentidos. Cuando se fue al baño vi como Monty la siguió, es por eso que desde ahí estuve pendiente y me iba acercando de poco a poco, y cuando escuché gritar para todo mi autocontrol desapareció. Tenía toda la razón en que ese Mateo no me cayera bien. Cuando la saqué de ahí para llevarla a la casa, trataba de contener cualquier deseo carnal, por más que la deseara, estaba borracha.

Así que lamejor decisión era irse de ahí. Lo cual hice y no me arrepiento. Me costó conciliar el sueño pero lo logré. Al despertar pude descubrir que Zoé ya se había levantado, y la busqué en la cocina donde finalmente la encontré. Me miró y carraespeo.

—Buenos días —dijo.

No pude evitar mirarla de abajo a arriba notando como ya se había cambiado a una pijama de unicornio —porque claramente no la cambié ayer por la noche—, lo cual me causó una ligera sonrisa.

—Buenos días, tulipán —contesté finalmente.

Al parecer había notado el apodo que había utilizado porque un rubor se posó en sus mejillas.

—Hice... unos panqueques, ¿quieres? —me preguntó.

Asentí, lo cuál me hizo caer en cuenta que era de mañana, exactamente las nueve y media de la mañana, y que Zoé estuviera despierta un domingo a esa hora era completamente extraño, pero no quería preguntarle nada... no hasta que las cosas no fueran tan extrañas entre nosotros.

Me senté en la cama mientras Zoé me servía los panqueques en el plato. Por mi mente pasaba la idea de tocar su cabello, lo cual hace mucho no hacía pero me contuve. Zoé se sentó al lado mío mientras comía. La observé durante un tiempo, me dolía todo este silencio entre nosotros, esta barrera que yo mismo había puesto estaba comenzando a arderme como un fuego propagándose lentamente.

—Yo también te amo —susurré.

Ella dejó de comer al instante y me miró.

—¿Qué?

—Yo también te amo, Zoé.

Sé que no era la primera vez que le decia esto, pero el momento en que se lo decía sé que significaba mucho para ella, como significó para mi cuando ella lo dijo ayer.

—Deberías demostrarlo con acciones si tanto dices que me amas.

Frunci el ceño.

—¿A qué te refieres?

—No basta solo con ser el novio más cariñoso del mundo, o con darme afecto, o con decirme te amo miles de veces a la semana. Una relación también debe contener confianza y comunicación, Jake. Siento que no nos decimos nada, no nos contamos que nos pasa, que nos enoja, o que nos pone contentos. Para mí es muy difícil saber como puedo ayudarte si no me dejas, necesito que me cuentes como te sientes, que llores si necesitas llorar, que seas vulnerable en frente mío, que te muestres como eres.

El juego entre miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora