𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 © ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

ᴛᴏᴍ ʀɪᴅᴅʟᴇ | ᴍᴀꜱᴄᴀʀᴀ

Advertencia: SMUT

Tus pies golpean suavemente los pisos de Hogwarts, con un libro fuertemente agarrado en tus brazos mientras te diriges hacia la biblioteca de la escuela. Es una noche lluviosa, increíblemente tranquila y vacía. Los otros estudiantes están cenando y tú has decidido saltarte para estudiar para tus OWL. 

Cuando abres las grandes puertas de madera de la biblioteca, el olor a tinta impresa y a páginas viejas te invita a entrar más. Lo primero que notas, cuando cierras las puertas detrás de ti y miras la habitación, es que la bibliotecaria, Señora Pince, no se encuentra por ningún lado. Debe estar en su descanso. Lo segundo que notas es al niño sentado en el rincón más oscuro de la habitación. 

Ya reconoces a esa persona, por supuesto que sí. ¿Quién no lo haría? Tom Riddle es un Slytherin popular conocido por su astucia, su inteligencia, su capacidad para hablar lenguas nativas y, a veces, su temperamento. Siendo tu una ravenclaw, intentas mantenerte alejada de él. Los Slytherin generalmente no tratan cortésmente a nadie fuera de su casa. Sin mencionar el hecho de que obtuviste el primer puesto de tu clase, y él quedó en segundo lugar. Sospechas que te odia por eso. 

Él capta tu mirada, ojos marrones con parecido a una serpiente. Vuelve a mirar su libro, pareciendo aburrido. Dejas escapar una bocanada de aire. Deslizas tu libro en la papelera de devolución y te mueves tímidamente hacia el estante sobre Pociones. Snape te ha estado molestando mucho últimamente con tus calificaciones, y realmente necesitas convertir tu 9 en un 10. Tus dedos recorren las encuadernaciones de cuero, leyendo título tras título. 

Una voz detrás de ti te hace saltar. 

"Si estás estudiando para el examen final de Snape, te recomendaría 'Creación avanzada de pociones'. Ese libro te ayudara en todo lo que necesitas saber". 

Su voz tiene un tono angelical, aunque sabes que no es en modo alguno a lo que se parece. El hecho de que él te esté ayudando te deja perplejo y el calor te sube por el cuello. Le haces un gesto con la cabeza mientras comienzas a buscar el libro. Fue en vano. Tus ojos buscan cada obstáculo, cada palabra, pero tu concentración se ha diluido porque Tom te habla. Suspira, casi molesto. Aparece a tu lado, para tu sorpresa. Te muerdes el labio nerviosamente cuando él encuentra el libro exacto que recomendó y lo pone en tus manos.

 "Capítulo nueve. Pensé que una chica de tu rango en nuestra clase ya lo sabría". 

Tus cejas se fruncen, la vergüenza te recorre mientras él vuelve a sentarse y reanuda sus tareas. Nerviosamente buscas a tientas el libro. 

"Gracias." Respondes porque te habían enseñado buenos modales. 

Se burla, hojeando las páginas de su libro. No se puede leer el título, aunque la portada es bastante oscura y desagradable. Quizás se había colado en la sección restringida. 

"No." Frunces el ceño, aunque tu mente está llena de curiosidad. 

Parece grosero, pero estaba tratando de ayudarte. Después de todo, tal vez haya algo bonito ahí debajo. Tu cuerpo está rígido mientras te sientas frente a él en la mesa, suplicando en silencio a Dios que el chico frente a ti no te lance un maleficio desagradable. 

"No tienes que ser grosero, ¿sabes?" Se escapa de tus labios, silencioso e inseguro. Los ojos de Tom se estrechan hacia ti."Y además de eso, no tienes que sentarte frente a mí".