Cuando era niño tenía sueños y metas, algunas absurdas y otras no tanto.
Somos soñadores por naturaleza, tenemos fantasías, sueños, metas y etc, pero conforme pasa el tiempo empiezan a cambiar, dejando atras las cosas tan fantásticas que nos imaginábamos, crecemos y dejamos de ser niños, simplemente nos perdemos...
Nos concentramos más en la realidad y pensar en los miedos de no poder cumplirlas, nuestros padres nos ponen también metas que tal vez no podamos cumplir, nos exigimos de una manera que nos convertimos en robots, nos deja de importar todo lo demás con tal de cumplir esos sueños de nuestros padres y de las demás personas, pero ¿Que paso con nuestros propios sueños?, simplemente se fueron a la basura para poder satisfacer las expectativas de alguien más, si suena realmente triste, pero solo es la simple realidad...
Una gran tristeza que tengamos que depender de las metas de otras personas en vez de la de nosotros mismos, ¿Que paso con la meta de ser un gran artista? O la de ser un rey? Simplemente ya no existe, crecemos y la primera meta que tenemos es solo ser exitosos en la vida y generar dinero y mucho dinero, pero el dinero no te da la felicidad, aunque el dinero es algo indispensable para sobrevivir, pero aún así, nuestros sueños se van, no del todo, pero se van y recaen en nuestros hijos cuando crecen.
Todo lo que no podíamos lograr se lo ponemos como meta a nuestros hijos ¿Y que culpa tienen ellos de que tú no hayas podido lograr algo? Ninguna, debemos de dejar que cumplan sus propias metas, nuestro único deber es guiarlos para que no se pierdan como nosostros lo hicimos en el pasado.
Las metas tienen que ser tomadas como un sueño que si podrás cumplir, será difícil, pero podrás hacerlo y que no importa cuantas veces caigas, porque puedes levantarte las veces que sean necesarias y volver a intentarlo
Las metas se deben de apoyar y dar esperanzas, no simplemente desalentarlas y apagar ese fuego de esperanza...
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Reflexiónes
Teen Fictioneste libro trata sobre mis pensamientos sobre la realidad, sobre lo que opino que está bien o está mal de toda la sociedad, todo el daño que nos crea y lo bueno que nos da