40. Solicitud

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Llegando a casa después del campamento. Viendo las notificaciones de facebook noto que tengo una solicitud de amistad y que los amigos en común eran Juan y Dana. Para esto yo había abierto una nueva cuenta, porque la anterior me la habían cerrado y tenia la intención de solo tener a gente que conocía. Le pregunté a Dana si le conocía y me dio buenas referencias. Pasa que era aquel joven que estaba sentado en el columpio del gran árbol del campamento, Jaciel.

Pasaron días, esta vez le pregunté a Juan si le conocía. Y una vez más me dio buenas referencias. Entonces me dije, es digno de estar ente mis amigos. (aquí iría un emoji de risa), le acepté.

Juan creyó que esa invitación de amistad significaba interés de parte de ese chico, hizo que pensara esa noche en él. No tenía sueño y empecé a stalkearlo, una foto me llevó a otra y me di cuenta que asistía a la misma iglesia que una de las chicas de mi cabaña, llamada Cindy.

Me la pasé viendo fotos, videos, publicaciones muy interesantes. Me entretuve tanto que llegué hasta una publicación donde le felicitaban por su cumpleaños. Daba la casualidad que era al día siguiente.

Esa noche tuve un sueño...

El sueño iniciaba con Juan y Dana. Hubo un mal entendido, yo había intentado juntarlos por medio de cartas pero no funcionó. Estaba aún en el campamento, alguien toca la puerta de mi cabaña. Abro y era Jaciel. Me sonríe, pronuncia algunas palabras que no logro recordar. Procede a acariciar mi mejilla, diciendo: Eres tierna.

Ese mismo día me escribe Juan, preguntándome que pasó con Jaciel, si le acepté o no. Le conté el sueño y se armó la película. Le conté que me di cuenta de su cumpleaños y me animó que le escriba.

Así hice, le felicité. Nada fuera de lo común, y ya.

Como ya me había intrigado empecé a investigarlo por medio de Cindy. Creo que deseaba encontrarle algo malo, pero no. Una vez más muy buenas referencias.

No me había llamado la atención nadie, desde hace mucho tiempo. Así que todos emocionados.

Reaccioné a un par de estados de whatsapp, porque en realidad me parecieron graciosos.

Pasaron días y me pregunta si soy ingeniera en sistemas, a lo que respondía que sí. Me pidió opinión sobre una página, y lo hice. Aquí pude notar que la solicitud de amistad se debía que estaba interesado en reclutarme para el ministerio del cual él lideraba.

Días después noté que puso un estado que llamó mi atención, y le escribí. Sentí que no estaba pasando un buen momento. Me pidió que ore por él y así hice. Desde entonces lo hago.

Después para tuvimos un par de charlas randoms, se daba natural.

Realmente me había dispuesto a conocerle, me dije ok. Quien sabe, puede que si sea él.
Si realmente fuese él,  la distancia se puede trabajar si ambos ponemos de nuestra parte.
Hasta que le pregunté la edad. Y fue un no.

Me agradaba, así bueno seguí chateando, normal.

Me dije: él no va a creer que me interesa, seguro me ve como una hermana mayor, una señora y ya. Así que seguí hablando con naturalidad. Al final terminé aceptando estar en el ministerio. Como que representó un reto para mi. Y sentí que podía aportar en algo.

Después del campamento que fui como consejera, me dio por contarle todo lo que había pasado. Yo la más reservada del planeta, conversándole mis cosas. Es que justo escribió en el momento preciso en que tenía ganas de hablar y mucho.

Me dió tanta confianza que de manera impulsiva le hablé de mi libro. Si, este libro.
Tranquilos, hasta el día de hoy no lo ha leído. Y dudo que lo haga. De hecho me preguntó si escribí sobre él. Y no pensaba hacerlo, porque...

Pasé una etapa vergonzosa, sucede que ocurre un evento y lo veo en persona. No sé que tenía ese día,  parecía que tenía un filtro en la cara. Se lo veía bien, no lo recordaba así. Si me puse un poco nerviosa.
De hecho recuerdo un momento en el que iba a tomar una fotografía y pude ver como se acercaba en cámara lenta.

¿Podría ser este el hombre que tanto había esperado?

Esa misma duda tenía yo, así que busqué el consejo de la persona que a mi parecer era la más sabía. Y le conocía de cerca. Su mentor.
Que momento más vergonzoso. Al final el quedó con la idea de que yo me había ilusionado de la nada. Pero no, realmente cuando supe su edad yo dejé eso tranquilo.
Solo hasta que lo vi, lo volví a considerar.  Y la verdad, solo buscaba que me dijera que opinaba, de mi interés.

Pero respondiendo a la pregunta anterior.

La respuesta es no, no queridos lectores, no es, poco tiempo tiempo después supe que estaba interesado en alguien más.
Y hay otros asuntos que debe resolver.

Entonces el tema no es solo la edad, y distancia. Es que no le llamo la atención y ya.

Si me sentí un poco bajoneada, porque me dije. Otra vez, no es.
Pero poco a poco en oración fui dejándo todo a Dios. Ore mucho por él, por la que vaya a ser su esposa.

Y aunque solo fue una idea, una pequeña posibilidad. Me dejo varias enseñanzas.
Veo en él muchas cualidades que me gustaría del chico que espero, entonces es algo que si existe. Eso me da esperanza y me hace pensar que está cada vez más cerca.

He dejado viejos patrones y he madurado en muchas cosas. Ya no me dejo llevar simplemente. Realmente lo llevo al Señor y espero su respuesta.

Reconozco que la idea de que las personas sepan sobre mi interés y claro rechazo. Si me afectó un poco y trajo viejos recuerdos.
Pero doy gracias a Dios que ha estado conmigo, para contenerme, mostrarme que sus planes para mi siempre serán buenos. Que me ama, y suceda lo que suceda. Todo tiene un propósito,  algo que aprender.

Y eso es todo, no tengo más que decir. Estoy muy tranquila,  anhelo con todo mi corazón que le vaya muy bien. Se me hace buen chico. Solo espero que logre ser el hombre que Dios desea.
Y vale la pena dedicarle un capítulo. Aunque quizás, no lo lea.

 Aunque quizás, no lo lea

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ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora