𝟑𝟐. siempre con vos

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Celina's pov

Negativa.

Una sensación de alivio me recorrió el cuerpo. Sentí mis hombros relajarse, como si de repente el peso del mundo se hubiera desvanecido. Suspiré. Una. Dos. Tres veces. Luego, abrí la puerta del baño.

Bella se levantó de inmediato, buscando respuestas en mi expresión. Cuando la vio, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa de alivio.

—Negativa? —preguntó suavemente.

Asentí, sintiendo que la tensión de todo el día comenzaba a desvanecerse.

—Sí, negativa.

Bella me abrazó con fuerza, como si compartiera el alivio que sentía.

—Sabía que todo iba a estar bien —dijo— Me alegro tanto, Celina. Aunque ya me había ilusionado con unos sobrinitos...

—Callate, imbécil —reímos— Gracias Bel. No sé qué habría hecho sin vos.

Nos sentamos un rato en mi cama, dejando que la tensión desapareciera poco a poco. Aunque el miedo se había ido, sentía que debía hablar con Hector. No quería que se enterara por alguien más, y además, esto era algo que necesitaba compartir con él.

—Voy a llamarlo —dije, agarrando mi celular.

Bella asintió, entendiendo. Se levantó para darme algo de privacidad.

—Te esperaré abajo —dijo— Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy.

Le sonreí, y luego marqué el contacto de Hector.

—Ferraris? —dijo, con un tono que mostraba que estaba sorprendido por mi llamada.

—Fort —respondí, tratando de sonar tranquila— Tenes tiempo para hablar? Es... es importante.

—Claro, todo bien? Ha pasado algo?

—Sí... bueno, ahora sí. Necesitaba contarte algo.

Tomé un respiro y le expliqué todo, desde los miedos que había tenido hasta la prueba negativa. Hector escuchó en silencio, sin interrumpirme, y cuando terminé, su respuesta fue exactamente lo que necesitaba escuchar.

—Lo siento mucho que hayas pasado por esto sola. Deberías haberme dicho. Estoy aquí para ti, en todo momento, y quiero que lo sepas. Me alegra que todo haya salido bien, pero la próxima vez, por favor, no lleves este tipo de cosas sola. Hazme saber.

Sonreí, sintiéndome increíblemente afortunada por tener a alguien como Hector a mi lado.

—Gracias. Te lo prometo.

—Quieres que pase a verte? —preguntó.

—No tenes entrenamiento hoy?

—Tu eres más importante.

—Sí dale —respondí con tono sarcástico— El viernes vamos a cenar a tu casa igual, ahí nos vemos y charlamos.

—Me da igual. Que te quiero ver ahora.

La insistencia me hizo sonreír. Hector siempre había sido así, cabeza dura.

—De verdad, Fort, no hace falta que vengas ahora. Podemos hablar el viernes tranquilamente —dije, tratando de sonar firme, pero sabía que él no iba a aceptar un "no" por respuesta.

—Me da igual lo que digas, voy para —respondió con ese típico tono seguro— Aunque sea nos vemos unos minutos.

Suspiré, pero no pude evitar sonreír.

—Bueno. Te espero.

Bajé las escaleras para encontrarme con Bella, que me esperaba en el sofá con una mirada que mezclaba preocupación y curiosidad.

—Qué te dijo? —preguntó, levantando una ceja.

—Viene para acá. No quiso esperar hasta el viernes.

Bella sonrió.

—Es un buen tipo. Me alegra que tengas a alguien así a tu lado.

—Sí, yo también —dije, sintiendo una calidez en el pecho que solo confirmaba lo afortunada que era de tener a Hector en mi vida.

Bella me observó por un momento, luego se levantó del sofá y me dio un abrazo rápido pero reconfortante.

—Todo va a estar bien. Te lo prometo. Ahora, ve y arreglate un poco, antes de que llegue. Yo me voy yendo para mi casa.

Reí, aunque sentía el nudo de nervios en mi estómago. No sabía por qué estaba tan ansiosa. Después de todo, era solo Hector, el mismo chico que había estado a mi lado durante tanto tiempo. Pero algo en la forma en que se preocupaba por mí, en cómo insistía en verme, hacía que todo se sintiera más real.

Me miré en el espejo del baño, me lavé la cara, arreglé un poco mi pelo y suspiré. Estaba nerviosa, pero también agradecida. Estaba en buenas manos, eso lo sabía.

Cuando escuché el timbre de la puerta, mi corazón dio un brinco. Bajé rápidamente las escaleras, y al abrir la puerta, me encontré con Hector, que llevaba una expresión seria, pero relajada. Sin decir una palabra, me abrazó fuerte, y me di cuenta de cuánto había necesitado ese abrazo.

—Gracias por venir —susurré.

—Siempre —respondió él, besando mi frente antes de soltarme— Vamos a charlar un rato?

Asentí, tomando su mano mientras lo guiaba adentro.

Nos sentamos en el sofá, todavía tomados de la mano, y por un momento, ninguno de los dos dijo nada. Solo el simple hecho de estar juntos hacía que el peso de los últimos días comenzara a desvanecerse lentamente.

—Entonces... cómo te sientes ahora? —preguntó Hector, mirándome con preocupación en sus ojos.

—Mejor —respondí sinceramente— Aunque fue un susto enorme, tenerte acá ayuda mucho.

Él apretó mi mano suavemente y asintió.

—Me alegra saberlo. Pero quiero que sepas que, sin importar lo que pase, vamos a estar bien. No tienes que enfrentar nada sola.

Sus palabras me tocaron profundamente, y no pude evitar sentirme un poco emocionada. Hector siempre había sido así: protector, pero nunca agobiante, siempre asegurándose de que supiera que contaba con él.

Sonreí y miré hacia otro lado.

—Es un alivio que haya sido una falsa alarma, pero si alguna vez volvemos a pasar por algo así... quiero que estemos juntos desde el principio, ok? —dijo, mirándome directamente.

Le devolví la mirada, sintiendo el calor y la sinceridad en sus palabras. No podía pedir a alguien mejor para enfrentar cualquier situación.

—Te lo prometo —dije, soltando un suspiro de alivio— No más sustos sola.

Hector sonrió, y me abrazó nuevamente, esta vez más suave, como si quisiera hacer desaparecer cualquier preocupación que quedara en mi mente. Y en ese momento, me di cuenta de que, con él a mi lado, podía enfrentar lo que sea.

———————

Chicasss, nos acercamos cada vez más al final👀👀

Paso para avisar que cuando la termine, seguro publique alguna historia de Marc (nunca terminar las que ya tengo viste), pero nada, era para avisarles eso. Me disculpo por las actualizaciones lentas, y como siempre, agradecerles por todo el apoyo🫶🏻

𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂𝐀𝐓𝐄 | hector fortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora