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Un beso.

Un beso fue todo lo que Park Jimin necesito para que Min Yoongi accediera a ir a su departamento. Un ósculo que ni siquiera tuvo que iniciar el.

No tenían idea de que tanto habían tardado en llegar, quien había manejado o en qué momento el beso que creyeron que podria contenerlos rebasó el vaso.

Yoongi caminaba a paso ciego, aferrándose a la espalda de Jimin sin poder parar de besarlo como si fuera el oxígeno. Park no estaba mejor, mantenía su mano en la nuca de Min, obligándolo a no apartarse de el.

Cuando ambos detuvieron su paso al chocar con el comedor del menor, Yoongi se separó por un momento.

—Deberiamos, deberíamos parar— fueron palabras dichas más para el mismo que para Jimin.

—Si— la respuesta del castaño era contradictoria por el agarre en el cabello de Yoon.

Pero el palido volvió a besarlo, con pasión y dedicación dispuesto a olvidar su promesa de mantener las cosas lentas, serias, fuera de lo casual.

Estaba dispuesto a renunciar a toda su ideología si eso significaba que tendría a Jimin desnudo, piel con piel, pronto envuelto en gemidos, sudor y sonrojos.

Los labios del menor se desviaron a las mejillas del pálido.

—Yoongi— sus besos empezaban a bajar por su mandíbula —necesito preguntarte algo— el hombre asintió disfrutando de las caricias del castaño.

El mentón del pálido fue tomado con algo de brusquedad para que se concentrará en Jimin.

—¿Quieres follarme?—

¡Mierda, claro que sí!

Yoongi solo se limito a asentir y guardar sus pensamientos para el mismo. La mirada de Jimin era demasiado fuerte e intimidante incluso estando casi sentado sobre la mesa de la cocina, en una posición vulnerable, parecía tener al mayor controlado.

Park remojo sus labios y acaricio con su pulgar los belfos de Min con un gran anhelo.

—¿Y que pasa si yo solo quiero follarte a ti?— De pronto la respiración de Yoongi se cortó.

¿Lo había escuchado bien?

Tal vez el alcohol en la sangre de ambos era más alto del que creía y por eso decía cosas sin sentido.

—Lo siento— una pequeña risa salió —creo que no escuché b—

—Escuchaste bien— afirmó Jimin con una mirada seria, el no se había equivocado.

Yoongi trago saliva, más que por miedo era por nervios. Park notaba como estaba tenso pero no sé había alejado ni un centímetro de el ni de su cuerpo, su cara parecía intentar digerir lo que acababa de oír.

La mano libre del menor se posiciono en su espalda baja y lo acercó aún más si era posible, rozando sus narices.

—¿Que piensas, bonito?— pregunto dulcemente.

Entonces las mejillas de Yoongi tomaron un color rojo y su respiración volvía a funcionar.

"Bonito"

Había algo en esa palabra que provocaba un sentimiento desconocido para el mayor.

Pero se sentía bien.

No sabía si era la palabra en si o era la forma en que Jimin se lo decía, o tal vez el simple hecho de que fuera Jimin era suficiente.

—Yo..— el pelinegro subió sus manos a los hombros del menor de una manera inconsciente —creo que es algo que nunca nadie me había dicho—

Los ojos de Jimin lo miraron de arriba a abajo sin disimular.

—¿Es que están ciegos?— Jimin seguía acariciando los labios de Min —supongo que soy el primero que te lo propone— hizo un ligero puchero.

Yoongi asintió rápidamente con su cabeza.

—y si, si eres el primero que me lo propone—

—¿Te ofende?—

—¿Que?, no—

—Entonces ¿lo considerarias?—

Los ojos de Yoon se abrieron de par en par.

—¡No estoy diciendo que si!— el cuerpo del mayor se hizo para atrás, sin embargo, sus manos sostuvieron con más fuerza la camisa de brillos de Jimin, como si exteriorizara el conflicto de emociones que tenía en esos momentos.

Jimin tomo la cintura del pelinegro con suavidad, acercándolo a su cuerpo, con su lenguaje corporal decaído, dando su último intento.

—Tampoco que no— susurro sobre esos delgados y rosados labios.

Jimin estaba coqueteando y nada más que eso, sabía que ese tipo de comportamiento podría incomodar o presionar a su pareja, asi que después de decir esa frase tenía planeado alejarse y darle espacio a su mayor para  seguramente volver a tener el mismo sexo de siempre, con algo de decepción.

Lo inesperado fue la reacción de Yoongi, no se alejo de el, al contrario, se dejó sostener por las manos de Jimin mientras tragaba saliva sonorosamente.

Mejillas sonrojadas y unos ojos gatunos que aunque sostuvieran su mirada parecían dóciles.

No estaba rechazando su contacto físico.

Entonces Jimin entendió, por primera vez, que Yoongi estaba nervioso, desconocía el motivo pero su mayor estaba callado, otorgándole el control de la situación.

—No tiene que ser hoy— la mano de Jimin acaricio la mejilla pálida en un acto de afecto.

Yoongi no dio una respuesta pero seguía aceptando su tacto sin muestra de incomodidad, y eso era suficiente para Park.

Sus labios se unieron, en un beso más suave y sensual, disfrutando de la intimidad. Cuando se separaron el castaño se acercó al oido del mayor para depositar un beso.

—Aunque, si supieras todo lo que me estoy imaginando en estos momentos, saldrías corriendo en este instante—

—Aunque, si supieras todo lo que me estoy imaginando en estos momentos, saldrías corriendo en este instante—

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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̶I̶ ̶w̶̶a̶̶n̶̶n̶̶a̶ ̶b̶̶e̶ ̶y̶̶o̶̶u̶̶r̶̶s̶ 𝘔𝘢𝘬𝘦 𝘠𝘰𝘶 𝘔𝘪𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora