Escuche la puerta cerrarse detrás de mí logrando que pudiera recargarme en esta para intentar respirar más cómodamente, presione las vendas sobre mi pecho, después de unos segundos en lo que intente regular mis malestares por medio de la respiración me resigne a quitarme la camisa lo más rápido que pude, entre jalones, quejas y maldiciones conseguí liberarme de aquella constante presión, después de retirar la primera venda las formas curvas de mi pecho comenzaban a aparecer, juraría que sentía el oxígeno entrar en mi llegando a cada célula de mi cuerpo en especial a mi cerebro, cuando iba por la tercera venda respire completamente libre, no controle el impulso de sujetar mis pechos levantándolos para aligerar su pesadez. No había tenido ninguna experiencia sexual pero si aquello lograba sentirse tan bien como liberarme del sostén, bendito sea quien lo descubrió. Los apreté ligeramente arrepintiéndome al instante de sentir lo sensibles que se encontraban, mi estado se delataba sobre todo por lo duros que estaban mis pezones. Retire el resto de la ropa dejando todo en el casillero y tomando una toalla lo suficientemente grande para cubrirme, una pinza para sujetar mi cabello en un desastroso moño; si Chigiri o Aryu me vieran se decepcionarían de lo mal que trataba mi cabello, claro después de que gritaran por descubrir que no era un hombre sino una mujer.
La imagen me causo algo de gracia y finalmente me dirigí a las duchas, en cuanto gire la llave el agua helada toco mi cuerpo estremeciéndome en una deliciosa mezcla de dolor y placer, no sé realmente como describirlo pero el fuego en mi piel era contrarrestado por la frescura del agua, gemí de placer dejándome llevar por la sensación, sin ser consiente del tiempo solo permanecí bajo el chorro de agua, a cada segundo el calor aumentaba pero se mantenía a raya gracias al agua que golpeaba mi piel. Amaba estas instalaciones, bendito seas Ego y tu loco proyecto, que se pudran los que querían cancelarlo.
Al soltar mi cabello comenzó a pegarse a mi cuerpo, no tenía idea de cuánta agua había desperdiciado pero me deje llevar, no sucedía nada si me dedicaba algo de tiempo para consentirme de esta manera, fue cuando nuevamente aquella voz en mí se volvió más fuerte. Mi Omega había regresado, aunque bajo control, seguramente debido a la cantidad de olores masculinos en los cuales me estaba bañando, deje salir un poco de mi olor, no era que me desagradaran las feromonas de un Alfa es solo que algunas veces necesitaba mi propio olor para esta cómoda y justo ahora después de todos esos días me lo merecía. Libre de las restricciones de aquellas vendas y fajas, libre de poder ser una chica nuevamente; una que amaba la competencia deportiva pero también el autocuidado, no era una delicada Omega que solo pensaba en vestidos, faldas, rubor y compras. Aunque en este punto seria terapéutico salir de esta prisión e ir a un SPA pero también estaba extasiada con todo lo que conseguí descubrir, ¿Quién diría que el encierro me ayudaría a conocerme un poco más? Aun así sentía que algo me faltaba encontrar, puede que lo negara ante cualquiera que preguntara e incluso a reconocerlo en voz alta pero sabía que era aquello que necesitaba encontrar, un lugar al cual pertenecer, algo que me valorara no solo por ser la mitad de alguien más, no solo por mis habilidades, sino que me viera completamente.
Una Mujer, Una Omega loca por el romance, ambiciosa, egoísta, que adoraba competir contra cualquiera y no se doblegaría ante cualquier Alfa que se le pusiera enfrente. Deseaba encontrar a alguien que me viera completamente.
Sonreí con tristeza retirando el shampoo de mi cabello, nunca lo había ni siquiera pensado pero deseaba un "algo" puede que fuera amor, pasión o amistad. Pero quería que me hiciera sentir que le pertenecía, quería todo. – Vaya no pido mucho. – Dije con sarcasmo mientras me retiraba el jabón del cuerpo deleitándome ante el aroma a rosas, un pequeño capricho que me cumplí a costa de varios puntos, pero que valía la pena, debía pasar como hombre pero no necesariamente oler como uno, aunque esa idea cambio cuando conocí a Barou, era el más organizado Alfa que algún día llegare a conocer.
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Te Encontré
Fiksi PenggemarAu Universo Omegaverse Un accidente desafortunado llevo a mi hermano mayor a esta en rehabilitación por al menos ocho meses, un accidente del cual fui responsable, usando eso en mi contra termine ofreciéndome para tomar su lugar en esa patética invi...