Esta historia ocurre simultáneamente mientras Crocro buscaba a Niko, y este se encontraba con Smooth y Santana.
¡VOY A SALIR, NO ME ESPERES! ¡ALLÍ VOY, BEBÉ! —gritó Crocro alejándose velozmente de la mirada de Crina.
—...
Crina miró su puerta confundida. Fue a la cocina a revisar qué era lo que lo asustó tanto, vio la carta que dejó Niko y frunció el ceño.
¿Este niño será estúpido? Creo que Crocro le enseñó muy bien a ser como él —dijo Crina.
Crina no era la favorita en tener a un niño viviendo en su casa, y menos creyendo que él era el culpable del reciente ataque que tuvo por parte de un usuario de Terbewu. Aunque, realmente, ella era así con todos. O probablemente solo estaba liberando su frustración por no poder mantener el control de la situación.
Desde niña, Crina siempre fue una mente prodigiosa. Aprendió química, ciencias y tecnología a un nivel muy acelerado. Ganó muchos concursos para niños, lo que le hizo ganarse el resentimiento de muchos Crocrinos de su lugar de procedencia. Realmente, ella no lo veía, pero estaba completamente sola. Quizás, para su cerebro, esto era lo mejor: espacio para ella sola y sus trabajos magníficos, pero para su vida en general esto era distinto. No tenía ni un solo amigo.
Ya teniendo sus 20 años, conoció a Crocro, un conejo muy extrovertido y probablemente el único amigo que tenía. Ella lo denominaba como un "espíritu libre". No parecía detenerse cuando viajaba y solo paraba cuando tenía que ayudar a las personas. Se le hacía raro su comportamiento tan virtuoso.
Por un tiempo, intentaron ser algo más que amigos. Sin embargo, el comportamiento de Crocro parecía hacerlos incompatibles. Él desaparecía por un tiempo y luego regresaba, siempre con historias nuevas de cómo ayudaba a los demás, mientras que ella estaba ahí, en esa misma casa.
La gota que colmó el vaso en su relación fallida fue cuando él la dejó plantada en medio de la nada. Se preocupó más por ayudar a alguien más que por ella, y simplemente se separaron. Crocro no entendía por qué ella estaba tan enojada, ni por qué se sentía tan lastimada. Pero no hubo peleas, simplemente él lo aceptó y siguió con su vida. Sin embargo, en Crina aún había rencor. ¿Él era consciente de que sus acciones desinteresadas también podían afectar a otras personas o simplemente nunca le importó? Eso era lo que resonaba en la cabeza de la coneja cada vez que lo veía. Y ahora esto... Parecía un mal chiste de la vida.
Los pensamientos de Crina fueron detenidos por un toque en la puerta. Solo habían pasado 3 minutos desde que se fue. ¿Pudo regresar tan rápido con lo desesperado que se fue?
Al revisar por su cámara, pudo observar a una máquina con ruedas y un tanque en la cabeza. Ella suspiró, sabía quién era.
—Hola, señor Buford, wow, qué genial es ver a alguien como usted aquí —habló la coneja con sarcasmo.
—Coneja, esto es serio, necesito hablar contigo en este momento.
—¿Qué? ¿Me vas a restregar otro trofeo nacional o algo estúpido? —dijo la coneja.
—No, escúchame, entra a la casa, cierra todo si es posible.
—¿Qué? —respondió Crina.
Quien hablaba era el reconocido inventor Buford. Era otro que competía con Crina en su respectivo campo. Él había logrado algo imposible: transferir su cerebro a una máquina rodante. Era capaz de ver, escuchar y hablar con un sintetizador.
—Crina, quiero que me escuches con mucha atención, estás en peligro —dijo Buford.
—Oh, no me digas, adivinaré. ¿El niño tiene algo que ver?
ESTÁS LEYENDO
Cross Odyssey parte 2: Hijo de Hombre
General Fictionen el Año de 1970, Luego de los acontecimientos de la parte 1, Un niño de 11 años, Niko Cruz, quien a perdido la memoria, Tendrá de Vivir Una nueva odisea Junto a sus amigos, siendo perseguidos nuevamente por el encapuchado y Con nuevas Habilidades...