La oportunidad y una despedida

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Ya más tarde, la castaña y su hermana regresaron a casa. La venta les fue muy bien, así que en la tarde saldrían a comprar bastante para la cena. Jere por otro lado, trabaja en la obra construyendo estatuas y templos para la familia real. Algunos casi ni tomaban agua y bajo el sol ardiente, mas que nada por varios de los oficiales que si no hacían algo bien, les caían a latigazos, algunos se enfermaban o morían
 
Jeremy: *acomodando los andamios* ya pronto terminaremos
 
Mark: eso espero. Oye… tu hermana ahora tiene un puesto en el mercado, vendiendo joyas?
 
Jeremy: si. Ella misma las confeccionó
 
Mark: le quedaron muy bonitas
 
Jeremy: bonitas las joyas…? O mi hermana?
 
Mark: ya tu sabes que me gusta tu hermana desde hace tiempo. Pero… ella no me ve como pareja
 
Jeremy: yo que tu no La presiono. Tiene su carácter
 
Mark: lo se *enamorado*
 
 De regreso en el palacio, en la sala del trono…
 
Satoru: una asistente para Sheng?
 
Kumiko: si, padre mío. Nosotras mismas vimos sus creaciones en el mercado. Le quedaron de verdad preciosas
 
Aiko: si! Mira padre, que hermosas *enseñando su collar*
 
Rin: pues la verdad es que si. Pero depende que opina Sheng
 
Sheng: estoy totalmente de acuerdo, mi reina. Últimamente he tenido problemas para terminar los pedidos del harem y aun me falta poco para el regalo de la hija del sacerdote
 
Satoru: *después de pensarlo* de acuerdo. Vayan a buscar a la joven y tráiganla ante mí
 
Kumiko: si, padre *se retira junto con su hermana*
 
 En la villa de los esclavos…
 
Jenny: hoy les queda poco trabajo en las obras. Ya pronto vendrá el descanso por lo menos. Jere llegará temprano hoy
 
Marijó: y con lo que compramos en el mercado, prepararemos una deliciosa cena
 
María: lo sé. Y a todas les encantaron sus joyas. Pero… dejé unas para nosotros *rebusca una caja* ábranla
 
 Sacaron de la caja, unas cuantas joyas. Para Jenny una hermosa pulsera, para Marijó unos aretes, y para Jeremy una cadena. La joyera se hizo un collar y se lo puso. Por otro lado… pasaron a la villa de los esclavos, las dos princesas acompañadas de sus damas y a la vez custodiadas por los guardias Mashiro y Shuichi, sus cuñados
 
Aiko: como sabremos donde vive?
 
Angie: porque no le preguntamos a la gente donde vive? Debe tener algunos conocidos por aquí *ve a una esclava con unos aretes hermosos* disculpa!
 
X: ah? Dígame
 
Kumiko: sabes en donde vive la joven que hizo esos aretes que llevas?
 
X: vive por aquí. Pero… que quieren con ella?
 
Kumiko: es asunto del rey. Quiere contar con su presencia. Guíanos hasta su casa
 
 La joven accedió a llevarlas. Muchos se preguntaban que hacían las dos hijas del rey en la villa. La joven después de guiarlos se retiró, y tocaron a la puerta
 
Marijó: yo abro *abre la puerta y no puede creer lo que ve* AHH!!! Jenny!
 
Jenny: que pasa? *asombrada* ah?
 
Kumiko: podemos pasar?
 
Jenny: si, sus majestades
 
 Las visita pasaron al interior de la casa
 
Aiko: buscamos a la creadora de estas maravillosas joyas
 
María: si sus majestades. Para que me buscan?
 
Kumiko: nuestro padre el rey Satoru, señor de estas desérticas llanuras, ha solicitado tu presencia para convertirte en joyera real
 
Todas: que?!
 
María: e-el rey?
 
Aiko: así es. Muchos en palacio quedaron encantados con tu trabajo. Nuestro joyero necesita una asistente. Y por la buena mano que tienes, pensamos que tu serias la candidata perfecta
 
Jenny: pero… mi cuñada… trabajar en palacio?
 
Aiko: tendrá que hacerlo hoy mismo. Venir con nosotras. Aún no se ha terminado el regalo para la prometida de nuestro hermano el príncipe Ouma, futuro rey. Por eso te necesitamos con urgencia
 
Kumiko: tendrás que quedarte en palacio, pero podrás seguir viniendo cuando quieras. Obtendrás un puesto de noble
 
Marijó: anda hermana. Es una gran oportunidad
 
María: pero… no me quiero despedir de ustedes. Y más de Jere que aun no llega *mirando a las princesas* majestades… pero quisiera despedirme de mi familia antes de partir. Aun así cumpliré las órdenes de mi soberano
 
Aiko: será como tu quieras querida
 
 Justo en ese momento, viene llegando Jeremy. Al llegar ve a dos guardias en la puerta de su casa, ya se estaba asustando. Pero le permitieron pasar. Al ver a las princesas, se tranquilizó pero preguntó que pasaba. Hasta que le dijeron todo
 
Jeremy: te mudarás a palacio?
 
María: *triste* yo tampoco quiero irme. Pero no puedo incumplir una orden del rey
 
Kumiko: para tu hermana será una gran oportunidad. Los ayudará aún más y además… puede verlos cuando quiera. Siempre y cuando no haya tanto trabajo
 
Jenny: cuñada. Adelante… se que puedes
 
María: *llorando* aún me siento triste de dejarlos
 
Jeremy: no será por mucho. Te veremos, es bueno para mostrar a una categoría alta tu gran talento
 
Marijó: sabes que cuentas con nuestro apoyo
 
María: son la mejor familia del mundo *ya llorando y los abraza*
 
 Las princesas le dejaron despedirse bien y que trajera unas pocas de sus pertenencias, le dijeron que por ropa no se preocupara ya que en el palacio le tendrían ropa para usar, y más sofisticada. Una vez que partieron, la pelo corto sintió tristeza y nostalgia de alejarse de su familia. Ya era hora… al palacio era el destino

El príncipe y la joyera entre los pobres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora