Celos de todas partes

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Caminaba en automático con la vista hacia abajo, recordando esa ocasión en la que por rebeldía casi muere.

El recuerdo no surgió por sí solo, sino que fue porque su vista se perdió en el bosque que estaba al otro lado de la calle, donde ellos estaban cruzando.

André se ofreció a acompañar a su familia a la iglesia cercana que solían visitar, pero Luis Ángel se negó a asistir. Desde ese día en el bosque, evita a toda costa las iglesias.

Sabe que para su padre es una tontería y ciertamente en ocasiones siente que de verdad exagera, pero no quiere recordar esos momentos donde prefirió no haber nacido.

De hecho por el mismo André y sobre su matrimonio, no ha tenido el tiempo necesario para recordar aquella vez.

Con suerte sus calificaciones no han sufrido un bajón. Con suerte, y porque a él sí lo castigaron cuando quedó atrapado junto con Raúl hace unos días.

-Gracias por haberme acompañado -agradeció Luis, harto del silencio.

Chávez agitó una mano frente a los ojos de Ángel para captar su atención pues su voz no fue suficiente.

Ángel reaccionó pasados unos segundos. Nisiquiera recordaba que estaba con Luis de camino al instituto.

-Perdón -suspiró-. Me pierdo en mi mente.
-Todos -rió Luis-. Oye, no es normal que en los silencios que hacemos todo el mundo se quede en las nubes.
-Lo sentimos. Pero sabes que mientras no estuviste pasaron una y mil cosas.
-Ya lo sé. Pero yo existo, ¿si?
-Lo siento.

Luis no dijo nada al respecto. No le afectaba tanto, pues fue una ventaja no haber estado durante todo el ciclo escolar.
Pero por más que trataba de enfatizar con sus amigos, no lo conseguía.

Antes de que Ángel viajara a las nubes por el silencio, llamó su atención de nuevo.

-¿Crees que si llego a desaparecer, Kevin se preocupará?
-¿Qué dices, Luis? -regañó Ángel-. No digas esas cosas. Claro que se preocupará, incluyéndome a mí y a Jude.
-¡Me dio curiosidad!
-¡Esa es una pregunta que le haría yo a mi papá cuando estaba más pequeño!

Luis negó con la cabeza, aceptando el regaño de Ángel. Ahora que más lo pensaba, mas estúpida se le hacía la pregunta.

-Perdón -se disculpó.
-Olvídalo. No pasará nada de eso -sonrió a Luis, revolviendo su cabello y poniendo un brazo sobre el hombro contrario.

-Por cierto, has estado muy interesado en lo que Kevin hace.
-Es mi mejor amigo desde hace años -excusó Luis.
-Kevin tiene novio -mintió Ángel.
-¿¡Qué!?
-¡Es mentira! -rió-. Bueno, no es tan lejano cómo parece.
-¿No? Si desde que me largué, Kevin siempre fue un patético para conseguir novios. Le tiraban sus cartas en preescolar siempre.
-Pues ahora ya no. Hace semanas que se la pasa hablando de un chico del instituto.
-Tonterías.
-Algo me dice que el mejor amigo está celoso, eh.
-¡Para nada! ¿De qué voy a estar celoso? Si siempre fui mejor que Kevin.









Hirving y Carlos eran los únicos de su grupo de amigos que estaban en el salón de clases.

Era temprano y por lo tanto no habían más de 10 personas dentro del aula, algunos platicaban en voz baja, otros estaban salvando el semestre o miraban su celular sin preocuparse, cómo cualquier día.

Cristiano y Javier se encontraban en dirección, justificando las faltas de los últimos días. Irresponsables no eran, pero los últimos días Carlos ya nisiquiera recordaba que estaban en su grupo.

Él tampoco había asistido los últimos días, pues los problemas de sus padres, el acoso que ha estado sufriendo desde hace meses atrás y la pesadilla sobre los asesinatos, han sido diferentes situaciones por las que ha decidido faltar a la escuela.
Incluso se suma el hecho de que aún sueña sobre lo que sucedió con Raúl y Luis Ángel.
No es malo, pero teme generarle incomodidad a Raúl, de quien se ha estado preocupando a distancia.

Letal Love (Kerving)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora