La lluvia caía en finas cortinas sobre la ciudad, arrastrando el eco de las luces de neón por las calles desiertas. Las gotas golpeaban con insistencia el cristal de la ventana, como si intentaran advertirle de algo, pero Jeongin estaba demasiado cansado para escucharlas. El agotamiento le pesaba en los hombros, en los párpados, en el alma. La fama tenía un precio, y él lo estaba pagando con intereses.Deslizó su espalda contra la puerta del apartamento, cerrándola con el cerrojo habitual. Un suspiro escapó de sus labios. Estaba solo, finalmente solo. Sin cámaras, sin fanáticos gritando su nombre, sin la presión constante de ser perfecto. Pero el alivio duraba poco, siempre lo hacía. Una sombra seguía acechando su tranquilidad, una presencia tan familiar como aterradora.
Hyunjin.
El nombre resonaba en su mente como un eco distante, una cicatriz que nunca terminaba de sanar. Había sido un nombre más en la lista de trainees, una promesa brillante que nunca se cumplió. Un rostro olvidado por las oportunidades, y luego... luego algo había cambiado. La obsesión había comenzado como una mirada furtiva en las prácticas, como un roce "accidental" en los pasillos. Pero cuando Jeongin debutó, todo se desmoronó.
Ahora, cada vez que sentía el peso de unos ojos sobre él, sabía que era Hyunjin. Lo veía en todas partes: entre la multitud, detrás de las cámaras, en la esquina de las calles, en el reflejo de los espejos. Siempre estaba allí, como una sombra adherida a su ser, observando cada uno de sus movimientos con una devoción enfermiza.
El teléfono vibró sobre la mesa, arrancándolo de sus pensamientos. Un mensaje. Lo miró, con el corazón acelerado. Otro número desconocido. Otro mensaje lleno de admiración, de amor, de promesas. Pero entre líneas se filtraba el veneno del miedo. Sabía que era él. Sabía que, sin importar cuántas veces cambiara de número, Hyunjin siempre lo encontraría.
Jeongin apretó el teléfono en su mano, temblando. Las palabras en la pantalla parecían gritar en el silencio de la habitación. "Nunca te dejaré, Jeongin. Estamos destinados a estar juntos. No importa lo que digan los demás, no importa cuánto intentes huir. Yo siempre estaré aquí."
Un escalofrío recorrió su columna vertebral, y la desesperación se arraigó en su pecho. No había salida, no había escape. Hyunjin no era solo un fanático, no era solo un nombre más entre los cientos que lo adoraban. Era su sombra, su fantasma, su tormento. Y sabía, con una certeza aterradora, que cada paso que daba era seguido por él, cada respiro estaba marcado por su presencia.
La lluvia golpeaba con más fuerza, como si la tormenta estuviera atrapada dentro de su apartamento. Jeongin sabía que no podía seguir así. Pero, ¿cómo luchas contra una sombra? ¿Cómo te escondes de alguien que siempre está un paso por detrás, o tal vez un paso por delante?
Fuera, bajo la lluvia, una figura alta y delgada lo observaba desde la oscuridad. Y aunque Jeongin no lo sabía, podía sentirlo. Siempre lo hacía.
Hyunjin sonrió.
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OBSESSION
FanfictionEste fanfic explora temas oscuros y perturbadores, incluyendo obsesión, acoso, y ansiedad psicológica. La historia se centra en un universo alternativo donde Hyunjin, un ex trainee que no logró debutar, desarrolla una peligrosa obsesión por Jeongin...