Donna no sabía que esperar al tener a Andrea de una manera tan seria parada frente a ella, ¿Sería algo malo lo que tenía que decirle?, eso le hizo pensar en todo lo que ha estado haciendo su hijo, no vio nada malo, ¿Era eso?, la verdad es que Travis se ha estado portando excelente con la hija de Andrea, ¿O que era?, ya no soportaba más toda esa intriga.
—¿Puedo hablar contigo? — le dijo, sacándola de sus pensamientos.
—Sí, claro, ¿Pasa algo? —
—Quiero pedirte perdón, lamento todo lo feo que viste aquel día en el vuelo y luego las cosas que seguramente tu hijo te contó de mí, son ciertas, me estuve portando como una verdadera loca, lo siento tanto, de verdad, tenía mucho miedo, debo ser honesta, de que Travis resultara ser igual a los otros patanes con los que lamentablemente mi hija ha salido, lo peor de todo es que Travis es tan distinto a todos esos hombres, lamento encasillarlo de un modo tan horrible con esos sujetos, él es excepcional, se porta tan bien con Taylor, la ama, lo sé, estaba cegada por el terror a que la hieran, puedo ver que es un buen padre y esposo... Lamento de nuevo decir y hacer cosas tan feas y estresantes para tu hijo... Imagino lo dolida que debiste estar, además de lo furiosa, porque como madre, yo me enojo cada que alguien ataca a mi hija, puedo comprender como te sentiste, entonces... ¿Me perdonas?, si no, está bien, yo puedo entenderlo, me porté horrible, pero al menos yo necesitaba decirte todo esto— eran demasiadas palabras en tan pocos minutos, no estuvo ensayando nada, tan solo debía decirle todo lo que en su mente revoloteaba con mucha culpabilidad inmersa.
—Andrea— ella permaneció callada durante algunos segundos, estaba meditando todo lo que su consuegra le dijo, podía notar la sinceridad en sus palabras, la entendía, no debía ser fácil de madre de mujeres, sin duda tener una hija era volverse más paranoica, ella lo veía con sus nietas, las cosas que dijo de su hija la molestaron debía admitirlo, absolutamente nadie quiere que molesten o perturben a sus hijos. —Te perdono, todo lo que hiciste fue por tu hija, no era el modo más correcto, pero comprendo el punto, soy mamá, claro que me enfureció el modo en que hablaste de mi hijo, el modo en que lo acusabas, él solo ha sido tan bueno, yo estoy orgullosa del hombre que es, y adoro a Taylor, por ella básicamente es que toleramos tu extraño comportamiento, anterior— no quería decir eso último, pero era necesario, porque así fue, Andrea se estuvo comportando bastante mal y extraño, ella quería creer que fue una especie de etapa de la tercera edad.
—Todo va a estar mejor, lo prometo, he estado trabajando en ello— unas cuantas terapias ayudaban en el camino del control de sus emociones, pero el resto debía ella reflexionarlo por sí sola.
—Sí, estoy segura de que sí—
—¿Todo bien, entonces? — Andrea quería saber.
—Todo bien— Donna sonrió y la abrazó.
Las dos señoras se sintieron mejor luego de eso, eran parecidas, después de todo.
Taylor miraba que su mamá no estaba y tampoco la de Travis, así que eso le dio miedo, ¿Qué estaba pasando?, esperaba que nada malo, no era el momento de hacer un escándalo, la estaba pasando tan bien, ella quería tener paz el resto del paseo, por lo menos.
—Trav, ¿Tu madre? —
—No sé, en el baño supongo— estaba tomando fotos de sus hijos.
—Travis, mi madre no está tampoco—
—Mierda— susurró y guardó su celular.
—Mami, foto— Evie quería el celular de su papá.
—Nena— Taylor rio. —La última vez que tomaste una foto, fue una mía y no me fue nada bien con eso— recordó cuando su hija por accidente envió una foto inadecuada a Travis y Selena, además de un mensaje todo extraño a Sabrina.
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Eres mi juego final
أدب الهواةTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...