Eros -Borrador

- Capitulo 65 - Dos Almas, un pecado. (II)

Melo

5:25 PM

— Mi amor... — Me habla desde el baño.

—Ya casi... — Me distraje buscando un traje de baño que no me sacara panza y es su culpa, empacó solo trajes de dos piezas.

— Toma el tiempo que necesites, tenemos que hablar de algo y mejor lo digo sin rodeos; Ray necesita que hagamos el ritual de unión; si no quieres no lo haremos y no hablo de reclamarte delante de nadie porque sabes que no haría una cosa así; hablo del tatuaje y compartir el pecado, tampoco estarían las triadas solo Jannett y Ray; mi familia no está por obvias razones y Antonio puede representar a la tuya si así lo quieres o podemos ser solo los cuatro. —

No me sorprende, después del discurso de Ray en la azotea no esperaba menos.

El ritual de unión trinitario tiene tres partes; el tatuaje; si se trata del Baka o alguien de alto rango tiene el derecho de tatuar su nombre y símbolo en el cuerpo de su Maboya en el tamaño y la parte del cuerpo que considere, el ritual de tatuaje es seguido por el ritual de sumisión, donde juras lealtad ciega a tu dueño, se me revuelve el estómago con el recuerdo; de rodillas delante de David hasta que trajeran el pecado que compartimos, recuerdo el olor a sangre y la cortada en mi mano; mezclar nuestra sangre para ser uno antes de enterrar el cuchillo al sacrificio.

La idea de arrodillarme frente a Jeff para que me tatue, permanecer de rodillas frente a él y que me corte la mano antes de crear la misma herida en la suya y agarrar juntos un arma para asesinar a alguien me revuelve el estomago, es mi esposo, el hombre que amo, estaría de rodillas frente a él toda la vida pero no así...

Al menos no tendré que aguantar otra vez el ritual de unión delante de las triadas; no tiene que "reclamarme" delante de un grupo de viejos asquerosos, aun recuerdo los temblores que me tomaron de rehén ese día y que amenazan con tomarme otra vez; recuerdo la cara de David, las palabras que susurraba en mi oído intentando calmarme; la delicadeza con la que me tocó ese día, realmente hizo un gran trabajo fingiendo, siempre fue bueno siendo amable cuando quería. Hizo un trabajo tan bueno que hasta yo lo creí; me besaba los hombros, desafió a la familia Mejia cuando pidieron que sumiera la posición "Correcta", se negó a ponerme en cuatro para darles la imagen que querían; maldito grupo de viejos enfermos asquerosos; aun recuerdo al viejo pervertido que revisó que me hubiera reclamado "Le pertenece" dijo después de revisarme, también recuerdo como David le impidió que metiera los dedos cuando lo intentó... Luis Mejia; espero que haya muerto hace mucho y espero que haya sido doloroso. Me tranquiliza que esa mierda no sea parte de lo tenemos que hacer.

— Bebe — dice tomandome la mano — si no quieres no tenemos que hacer nada; eres mi esposa y esa es la única confirmación que necesito, toda la protección que nuestra hija necesita la tiene conmigo. —

— Esta bien... No es exactamente placentero pero no me importa compartir un pecado contigo y dices que no vas a reclamarme así que no es demasiado, ¿me vas a tatuar? ¿El símbolo de tu familia o el del Nitai? —

— Eso no importa...— Me besa la frente y me pego de su pecho para absorber el olor que suelta, huele delicioso, huele a calma, restriego la nariz en su piel desnuda para sentirlo mejor y me da la oportunidad de engancharme a él cuando me aprieta, envuelvo mis  piernas en su cadera.

— Me estas arruinando; ¿como mierda podría superar a un hombre que me levanta como si no pesara? —

— Ese es el plan, no me interesa que me superes nunca... Es más; seremos como conejos;  paria' y preña' como buen dominicano... La empanadita será solo la primera de todos los hijos que tendremos. —