"ENTRE ESCOMBROS EMOCIONALES "
ALIX:
Era una tarde soleada y cálida, perfecta para una reunión casual. Alix se encontraba en la terraza de un elegante café, conversando animadamente con un hombre que había conocido hace tres años, aunque se reencontraron en un evento de negocios reciente. Se trataba de Gabriel, un empresario carismático y exitoso, que había impresionado a Alix con su inteligencia y encanto, era una persona muy especial para ella, ya que al tener mucha confianza, él le confeso hace años que era gay, pero para el mundo exterior él era el hombre más hetero del mundo.
La conversación entre ambos fluía con naturalidad, y las risas eran frecuentes. A lo lejos, Damien pasaba por casualidad, pero su mirada se detuvo al reconocer a Alix. Su corazón se detuvo por un momento al verla en compañía de otro hombre. Al principio, intentó controlar la oleada de celos que lo invadía, pero a medida que observaba cómo Alix sonreía y reía con Gabriel, esos sentimientos se intensificaron.
Sin poder contenerse, Damien se acercó con pasos decididos. Su mente era un torbellino de pensamientos, cada uno más irracional que el anterior. Cuando llegó a la mesa donde estaban Alix y Gabriel, su presencia se impuso como una sombra.
—Alix, ¿qué está pasando aquí? —preguntó Damien con voz tensa, sin molestarse en ocultar su incomodidad.
Alix levantó la vista, sorprendida por su repentina aparición. Gabriel, por su parte, lo miró con curiosidad y un toque de incomodidad.
—Damien, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó Alix, claramente molesta por su interrupción.
—Podría hacerte la misma pregunta —respondió él, sus ojos moviéndose rápidamente entre Alix y Gabriel—. ¿Quién es él?
Alix suspiró, sintiendo cómo su paciencia se agotaba rápidamente.
—Damien, esto no tiene nada que ver contigo. Gabriel es un colega de trabajo y estamos teniendo una reunión. No tienes derecho a cuestionar con quién me veo o con quién hablo.
—¿Una reunión? —replicó Damien, ignorando el tono firme de Alix—. Parece más que eso. ¿Desde cuándo te reúnes con colegas en un café, riendo y disfrutando como si fuera una cita?
Gabriel, que había permanecido en silencio, sintió la necesidad de intervenir.
Hace años, Alix le contó de aquel matrimonio fallido; ocasionando que Gabriel sienta una furia gigante, pero al estar en un lugar publico tenia que conservar la calma.
—Disculpa, Damien, pero no creo que esto sea asunto tuyo. Alix y yo estamos aquí por motivos laborales.
La respuesta de Gabriel solo enfureció más a Damien, quien no pudo evitar dar un paso hacia él, con la tensión acumulándose en su cuerpo.
—¿Ah, sí? —dijo Damien, su voz cargada de sarcasmo—. Porque desde aquí parece otra cosa.
Alix se levantó de su asiento, poniéndose entre ambos hombres. La situación estaba escalando rápidamente, y ella no estaba dispuesta a permitir que Damien arruinara la reunión con aquel amigo.
—¡Damien, basta! —exclamó, su voz firme y decidida—. No tienes ningún derecho a comportarte de esta manera. Gabriel es un colega, y tu comportamiento es completamente inapropiado.
Damien la miró, sus celos aún nublando su juicio, pero al ver la furia y la decepción en los ojos de Alix, comenzó a darse cuenta de la gravedad de sus acciones. Respiró hondo, intentando calmarse, pero el daño ya estaba hecho.
—Lo siento, Alix —dijo finalmente, con la voz más baja pero aun tensa—. Es solo que... no puedo evitarlo. La idea de verte con otro hombre me vuelve loco.
Alix cruzó los brazos, claramente aún molesta.
—Eso no es una excusa, Damien. Tus celos no justifican tu comportamiento. Si realmente quieres cambiar, si realmente quieres que confíe en ti, tienes que aprender a controlar esos impulsos. No puedes venir aquí y hacer una escena solo porque estoy hablando con alguien.
Damien bajó la cabeza, sintiendo la vergüenza apoderarse de él.
—Tienes razón. No debí comportarme así. Lo siento, Gabriel, y lo siento, Alix.
Gabriel asintió, aceptando la disculpa con un gesto cortés, aunque la tensión en el ambiente aún era palpable. Alix, por su parte, tomó un respiro profundo y trató de calmarse.
—Damien, si realmente quieres demostrarme que has cambiado, empieza por respetar mis límites y mi espacio. No quiero volver a verte comportándote de esta manera —dijo, con una firmeza que dejó claro que no aceptaría menos que eso.
Damien asintió, sintiéndose pequeño y derrotado.
—Lo haré, Alix. Lo prometo.
Con eso, Damien se dio la vuelta y se marchó, dejando a Alix y Gabriel en la terraza. El ambiente seguía cargado, pero Gabriel intentó suavizar la situación.
—Bueno, eso fue... inesperado —dijo con una sonrisa amable, intentando aligerar el momento.
Alix suspiró, sintiendo la mezcla de emociones en su interior.
—Sí, lo fue. Lo siento por eso, Gabriel. No debería haber sucedido.
Gabriel sonrió, restándole importancia.
—No te preocupes. Todos tenemos nuestras complicaciones. Si estás bien, podemos seguir con la reunión.
Alix asintió, agradecida por la comprensión de Gabriel, y se sentó nuevamente. Pero mientras la conversación se reanudaba, su mente no podía evitar regresar a Damien.
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Hola,primero quiero agradecer por todo el apoyo hacia esta historia, y quisieracomentarles que tengo una nueva historia, serán relatos que tendrán el mismotrama de desamor, decepción, arrepentimiento y amor , espero que les guste, yase encuentra disponible el primer capítulo.
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Te Recuperaré Mi Reina
RomanceCon los ojos fijos en el techo, perdido en sus pensamientos. Había pasado la noche reviviendo cada momento, cada palabra, cada gesto que lo había llevado al punto en el que se encontraba ahora: arrepentido y solo. Te recuperaré Mi Reyna...Mi Alix