Jae-Hyun se acostó en su cama, rodeado de la oscuridad de su habitación. Su mente comenzó a vagar hacia su pasado, recordando los momentos que lo habían llevado a ser la persona que era hoy. Recordó a sus padres, a su abuela, a la crueldad y el abandono que había sufrido.
Pero a diferencia de lo que podría esperarse, no se puso triste ni comenzó a llorar. En lugar de eso, se rió, una risa seca y sin humor. Se rió de la ironía de la vida, de la forma en que había sido abandonado y olvidado.
Se levantó de su cama, sin mostrar ninguna señal de arrepentimiento o tristeza. Se dirigió a la cocina, buscando algo para comer. Mientras preparaba su comida, no podía evitar reírse de nuevo, recordando que sus padres estaban muertos y que podía hacer lo que quiera sin que nadie lo detuviera.
Su risa era una defensa, una forma de protegerse de los recuerdos dolorosos del pasado. No quería sentir nada, no quería recordar la dolorosa realidad de su infancia. En lugar de eso, se enfocaba en el presente, en lo que podía hacer para satisfacer sus deseos y ambiciones.
Jae-Hyun se sentó a comer, sin mostrar ninguna emoción. Era un hombre sin corazón, sin empatía, que solo se preocupaba por sí mismo. Y en ese momento, no parecía que nada iba a cambiar eso.
Jae-Hyun recordó su infancia, creciendo en un hogar sin amor ni atención por parte de sus padres. Lo único que les importaba era el dinero, y no tenían tiempo para él. Recuerdo su cumpleaños, cuando su madre le dijo:
"Jae-Hyun, no molesta. Solamente es un día como cualquier otro. ¿Qué tiene de especial un cumpleaños? Solamente te recuerda que te queda poca vida y vas envejeciendo. Solamente toma un poco de dinero y no molesta, comprate algo y deja de molestar y estorbar. Dile a alguien que te quiere que te acompañe... oh, verdad, nadie te quiere en este mundo".
Jae-Hyun se sintió herido y se fue de la habitación, no queriendo escuchar más palabras hirientes de su madre. No se esforzó en mirarlo, ya que se centró en maquillarse.
Sus padres siempre discutían, y una de esas discusiones fue el motivo de su muerte. Iban conduciendo y chocaron porque estaban discutiendo. A los 13 años, Jae-Hyun se quedó sin padres.
En el velorio, miró las fotos de sus padres y empezó a reírse y sonreír. Estaba libre de las cosas que sus padres le hicieron pasar, como los golpes de su padre, la presión para tener buenas calificaciones de ambos y la falta de comida por parte de su madre.
Su abuelo notó que reía y se enfadó.
"Tus papás dieron todo por ti y tú te ríes de ellos. Eres una vergüenza para esta familia", dijo, y trató de golpear a Jae-Hyun. Pero varias personas lo detuvieron, evitando que lo hiciera.
Jae-Hyun se sintió aliviado, pero no mostró emoción. Ya estaba acostumbrado a la falta de amor y atención en su vida.
Jae-Hyun, debido a que sus familiares no lo querían en sus hogares, sus abuelos lo recibieron, aunque su abuelo no lo hizo de buena manera. El abuelo aún le traía rencor por haberse burlado de la muerte de sus padres, pero lo que el abuelo no sabía era que Jae-Hyun había sufrido un infierno con sus padres. Aunque en público lo trataban bien, en su hogar no era así.
Jae-Hyun creció y solamente recibía algo de amor de parte de su abuela. Ella fue la única que lo trató con cariño y compasión. Pero cuando su abuela murió, Jae-Hyun se sintió solo de nuevo.
Sin embargo, después de la muerte de su abuela, Jae-Hyun y su abuelo mejoraron su relación. El abuelo comenzó a ver a Jae-Hyun de una manera diferente y se dio cuenta de que su nieto no era tan malo como pensaba.
Pero lo que Jae-Hyun realmente quería era que su abuelo lo quisiera para que le dejara su herencia. Y cuando su abuelo murió, Jae-Hyun tenía 18 años. Le dolió un poco la muerte de su abuelo, ya que le había tenido algo de cariño, pero lo que realmente importaba era la gran herencia que le había dejado.
Jae-Hyun se sintió aliviado y contento con la herencia que había recibido. Ahora tenía el dinero y la poder que siempre había querido. Y con eso, podía hacer lo que quiera sin preocuparse por nada.
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el arte de amar
RomanceEn un mundo donde el amor y la lealtad se entrelazan con la violencia y el poder, Haneul, un joven bibliotecario, se encuentra con Minho, un mafioso con un corazón de oro. A medida que su relación crece, deben enfrentar los peligros que rodean a Min...