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Lo primero que Taehyung vió cuando abrió los ojos fue el rostro apacible de Jungkook; completamente dormido. Fue inevitable sonreír, pues la escena le transmitía ternura y paz a partes iguales.

Salió de la cama sin moverse mucho no queriendo espantar el sueño del menor, y salió de la habitación directo al baño; cepilló sus dientes y se lavó la cara rápidamente antes de ingresar a la cocina, donde ya se encontraba la abuela Rin preparando el desayuno. Taehyung se acercó a ella despacio por la espalda, envolviendola en un abrazo y dejando un beso en la coronilla de sus cabellos blancos.

-Hola, hijo ¿dormiste bien?

-Como un bebé.

-¿Y Jungkook?

-Sigue dormido, no quise despertarlo. Quiero dejarlo descansar de la universidad.

La mujer se dió la vuelta para mirarlo a la cara con los ojos abiertos de par en par.

Taehyung supo de inmediato lo que eso significaba.

-¡Es mayor de edad!- aclaró rápidamente-. Y sí, es mi alumno; pero eso es lo que tiene menos importancia.

-¿Estás seguro de que no te ganarás un problema por eso?

-Prometo que no. Jungkook es de mis estudiantes más aplicados e inteligentes; así que no pueden acusarme de tagiversar notas por preferencia.

La abuela Rin asintió lentamente, con una expresión pensativa en su rostro. Con manos expertas, apagó la estufa y tomó un plato con delicadeza. Empezó a servir el desayuno con movimientos pausados, casi rituales.

Taehyung se acomodó en la mesa, observándola con atención. Había un silencio cargado en la cocina, y aunque los sonidos suaves de la comida siendo servida llenaban el aire, él sabía que su abuela Rin no había terminado de formular todas las preguntas que rondaban su mente.

Finalmente, cuando la anciana terminó de servir, levantó la vista y, con voz suave pero firme, preguntó.

-Nunca antes habías traído a alguien aquí, ¿por qué él?

El menor se encogió de hombros.

-Ya te lo dije, Jungkook es mi...

-Sí, ya sé que es tu persona especial. Pero eso no es todo, ¿verdad?

Antes de que Taehyung pudiera responder, una tercera voz adormilada hizo presencia en la cocina.

-Buenos días.

La abuela Rin le echó una última mirada a Taehyung antes de saludar a Jungkook, haciéndole saber que esa conversación aún no había terminado.

-Buenos días, Jungkook ¿dormiste bien?

-Sí. Nunca en mi vida había dormido tan bien.

La mayor soltó una risa alta y Jungkook no tuvo otra opción que seguirle la corriente. Por supuesto, ella no sabía absolutamente nada de él y su pasado.

-Eso quiere decir que no te arrepientes de haber dormido conmigo- Taehyung dijo divertido, llevando una cucharada a su boca de huevos revueltos.

Jungkook casi se ahogó con su propia saliva porque, ¡¿acaso esa pregunta no sonaba demasiado personal e íntima?! Taehyung lo estaba haciendo sonar como si hubiese pasado algo más, cuando solo durmieron toda la noche sin preocuparse por la presencia del otro.

-C-claro que no. Ni siquiera sentí que estaba durmiendo con alguien más.

-Punto para mi.

-Aquí está tu desayuno- la abuela Rin puso el plato en la mesa, invitándolo a sentarse-. Ahora, si me permiten, debo ir al pueblo a comprar unas cosas y reunirme con Rosa.

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora