La Sombra De Merlín

Capítulo 4: El Acoso

(L)-Me sentía atrapado. Merlín no me dejaba en paz, y yo no sabía cómo escapar. Las llamadas anónimas y los mensajes amenazantes continuaban, y empezaba a sentirme como un prisionero en mi propia casa.

(L)-Un día, decidí ir a la policía. Tenía que hacer algo para detener a Merlín. Pero cuando llegué a la comisaría, me di cuenta de que no tenía pruebas. Merlín era demasiado astuto, y siempre cubría sus huellas.

(L)-El oficial de policía me dijo que no podían hacer nada sin pruebas concretas. Me sentí desesperado. ¿Cómo podía detener a Merlín si la policía no podía ayudarme?

(L)-Esa noche, recibí una visita inesperada. Era un hombre alto y delgado, con ojos fríos y calculadores. Me miró fijamente, y sentí un escalofrío recorrer mi espalda. No sabía quién era ni qué quería, pero su presencia me inquietaba. Me mantuve firme, tratando de no mostrar mi miedo, y esperé a que hablara. ¿Quién era este hombre? ¿Tendrá alguna relación con Merlín y el acoso que estaba sufriendo?

(L)-"Nicolas Cavallari, un amigo de Merlín", dijo mirándome. "Y he venido a advertirte. Merlín no se detendrá hasta que te tenga de vuelta. Y si no te rindes, te hará daño. A ti y a tus seres queridos". Me sentí un escalofrío al escuchar sus palabras. La visita de Nicolas me había agarrado por sorpresa, y ahora me encontraba cara a cara con la cruda realidad. Merlín no iba a dejar de perseguirme, y ahora mis seres queridos también estaban en peligro. Me sentí atrapado y desesperado, sin saber qué hacer para protegerme y a los que me importaban.

(L)-Me sentí aterrorizado. ¿Qué podía hacer? El hombre desapareció en la noche, dejándome con más preguntas que respuestas.

(L)- Me sentí como si estuviera caminando sobre hielo delgado. No sabía qué hacer ni a quién recurrir. Aquel hombre misterioso había sembrado el terror en mi corazón. Me sentía vulnerable y solo, sin saber cómo protegerme de Merlín y sus amenazas. Mi mente estaba llena de preguntas y temores, y no sabía cómo encontrar una salida a esta situación. Me sentí atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar.

(L)-Decidí aumentar la seguridad en mi casa, instalando cámaras y alarmas. Pero sabía que eso no sería suficiente. Merlín era un hombre peligroso, y no se detendría ante nada. Me sentía como si estuviera en una carrera contra el tiempo, tratando de protegerme antes de que fuera demasiado tarde. Instalé las cámaras y las alarmas, pero mi mente seguía llena de dudas y temores. ¿Sería suficiente? ¿Podría realmente protegerme de Merlín? Me sentía como si estuviera viviendo en un estado de constante vigilancia, esperando el próximo movimiento de Merlín. No sabía qué haría, pero sabía que tenía que estar preparado.

(L)-Un día, recibí un paquete con un objeto que me heló la sangre. Era un mechón de mi cabello, con una nota que decía: "Estoy cerca. Siempre". Me di cuenta de que Merlín había estado en mi casa, mientras yo estaba fuera. Me sentí violado y asustado, por lo que decidí contratar a un guardaespaldas, un hombre llamado Leonardo Rossi que había trabajado para una agencia de seguridad. Cuando conocí a Leonardo, me impresionó su tamaño y fuerza. Era un hombre grande y fuerte, con una mirada severa que parecía decir "no te metas conmigo". Me sentí un poco más seguro con él a mi lado, pero sabía que Merlín era un enemigo formidable y que no podía bajar la guardia.

(L.R)"Protegeré su vida con la mía", le dije a Lance, mirándolo fijamente a los ojos. Me tomé mi trabajo muy en serio, y no iba a permitir que nada le sucediera a mi cliente mientras estuviera bajo mi protección. Había visto cosas terribles en mi pasado como guardaespaldas, pero algo sobre la situación de Lance me hacía sentir que esto era diferente. Estaba determinado a mantenerlo a salvo de Merlín y sus amenazas, sin importar el costo. Mi presencia era imponente, pero mi compromiso era aún mayor. Estaba listo para defender a Lance con todo lo que tenía.

(L)-Pero esa noche, recibí una llamada de Merlín. "Te voy a destruir", me dijo con una voz fría y calculadora. "Y no podrás hacer nada para detenerme". Colgué el teléfono, con el corazón latiendo a toda velocidad. Me sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago.

(L)-Sabía que la batalla contra Merlín estaba lejos de terminar. Me sentí atrapado en una pesadilla sin fin, con Merlín siempre un paso adelante. La llamada me recordó que, sin importar cuántas medidas de seguridad tomara, Merlín siempre encontraría una manera de llegar a mí. Me sentí vulnerable y asustado, pero sabía que no podía darme por vencido. Tenía que mantenerme fuerte y seguir luchando.