28. Por favor

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Nayeon había preferido estar sola en su habitación, Sana lo había entendido y se llevó consigo a Tzuyu, la rubia no entendía porqué se notaba triste, se supone que no quería tener hijos, puede tener cuando crezca más

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Nayeon había preferido estar sola en su habitación, Sana lo había entendido y se llevó consigo a Tzuyu, la rubia no entendía porqué se notaba triste, se supone que no quería tener hijos, puede tener cuando crezca más.

—Creo que iré a buscar a Jihyo — avisó Tzuyu antes de bajar las escaleras — También estaba triste.

—¿Triste? — pronunció Sana, haciendo que Tzuyu se detenga a mitad de la escalera — La única quien debería estar así es Nayeon, Jihyo solo se aprovechó de la situación, ¿Te imaginas si hubiera estado embarazada? Le había arruinado su futuro, Jihyo solo fue egoísta.

Tzuyu giró a verla, su expresión era neutral. Se acercó lentamente a ella y quedando de frente, la miró directamente por unos segundos.

—Sana, sé sincera con lo que te voy a preguntar, ¿Sí? — pidió con amabilidad, Sana asintió — Alguna de ustedes, ¿Le ha explicado como funciona sobre la maternidad aquí? ¿Le han hablado sobre los métodos anticonceptivos? ¿Nayeon le habló sobre sus sueños y metas, de lo que quería para un futuro? ¿O solo esperan que alguien que no ha vívido en su mundo, se comporte de manera civilizada solo porque así lo quieren y esperan ustedes? ¿Cómo saber actuar de una manera que nunca te enseñaron? Recién se lo explican, Jihyo pidió disculpas, ha llorado porque se siente culpable, pero aún así, están molestas porque hizo algo que no sabía.

—Tú no te comportas así ¿Por qué ella si? Tú me respetas, tú me cuidas y ya no haces problemas.

—¿Y quién me enseño lo que sé hoy? — volvió a interferir — Tú te tomaste el tiempo de educarme, tenía mis apuntes en mano y tú me decías que hacer o no, me decías qué comer, qué no hacer frente a los otros y me enseñaste que eran la películas y qué era el dinero. ¿No te acuerdas los problemas que causaba los primeros días? ¿Acaso no querías echarme? — Sana bajó la mirada, asintiendo — Pero en lugar de echarme, me enseñaste lo esencial y dejaste que me quede, ¿Nayeon hizo eso con Jihyo? Sé que estuvo mal, pero ella no lo sabía. Somos de diferentes especies, Sana. Y nuestra especie solo tiene un objetivo, cuidar a nuestras parejas a costo de nuestra propia vida, no es la procreación. Haríamos lo que sea con solo verlas felices, nunca haríamos algo para lastimarlos.

—Tzuyu…— pronunció Sana al verla dirigirse a la puerta principal.

—Iré a buscar a mi hermana — cerró la puerta tras ella.

Encontrarla no sería tan difícil, solo siguió su rastro hasta el parque dónde Tzuyu había dormido los primeros días. Allí, bajo el árbol, Jihyo se encontraba sentada y apoyaba sus brazos sobre sus rodillas.

Tzuyu la notó pensativa, sus lágrimas aún resbalaban por sus mejillas, sus hombros decaídos y su mirada baja.

Tzuyu se sentó a su lado e imitó su pose, el parque se encontraba vacío y oscuro, solo unos cuantos perros andaban por el lugar.

—Le arruiné su vida, ¿Verdad? — pronunció Jihyo sin siquiera verla.

—No…— suspiró — Esa prueba dice que no está embarazada.

Una loba como mascota - SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora