El Ángel De Mis Sueños - Ray X Tú

Plumas

____ caminaba tranquilamente con dirección al pueblo. Por lo menos la luz del sol ya se había manifestado y podía ver las cosas con claridad.

Su paso no era apresurado después de todo trataba de pensar en que decirle a Emil para que le ayudara. ¿Le diría que es su casa? No, eso sonaria raro, después de todo le había dicho que vivía junto a su familia y esa casa parecía haber estado deshabitada por mucho tiempo.

Bufo un poco al ver que cada vez estaba más cerca al pueblo por lo que llegaría en menos tiempo del que se esperaba.

— ¿por qué tengo que hacer esto? — dijo al llegar al pueblo, comenzaba hacersele costumbre el caminar entre los humanos.

Ya no sentía tanta angustia al mezclarse entre la multitud; después de todo, nadie sospechaba lo que ocultaba detrás de su fachada. No le tomó mucho tiempo llegar al taller de Emil. Al acercarse a la entrada, notó que los caballos estaban atados a un lado, lo que indicaba que el joven ya se encontraba adentro.

___ estaba a punto de tocar la puerta, pero antes de que pudiera acercarse, los caballos se le adelantaron y comenzaron a rodearla. Parecía que los animales empezaban a reconocerla; aunque estuviera camuflada, eran conscientes de que se trataba de un ángel y se acercaban en busca de un poco de cariño.

— Ya... yo tambien estoy feliz de verlos, pero tengo que buscar a Emil — dijo ___ repartiendo caricias entre los animales y tratando de sacarselos de encima.

— Realmente les agradas. Es bastante sorprendente — ___ reconoció al dueño de esa voz al instante.

Emil estaba en la entrada mirándola con aquella expresion tranquila que ya conocia.

— Buenos días Emil — dijo __ aun tratando de safarse de los caballos.

— Buenos días ____. Es bueno ver que no te perdiste camino al pueblo.

____ logro apartarse de los caballos y se acercó al muchacho — Comienzo a memorizar el camino, no quisiera que otra carreta me atropellase.

El chico soltó una pequeña risa — Me alegra oír eso ¿Otra vez estas buscando a tu hermana?

— Ahhh... No. De hecho te estaba buscando a ti.

— ¿A mi? — El chico mostró sorpresa.

— Si... Bueno, esperaba que me ayudases con algo. Dijiste que eras carpintero así que creo que tengo un trabajo para ti.

— En ese caso dime para que soy bueno.

— Pues veras, mi amiga, esta buscando a alguien que le ayude con su casa... la madera está muy vieja... le faltan escaleras y a decir verdad no se como es que sigue en pie.

— Vaya... — el chico parecía pensativo — Por lo que me dices, suena algo muy grande. Normalmente me encargo de hacer mesas, sillas, muebles en general, pero una casa.

___ miró dudosa al contrario, tal vez el chico no podría ayudarla después de todo.

— Tenemos dinero para pagarte pero si igual no puedes hacerlo no hay problema...

— Tranquila, no me refiero a eso, solo es algo nuevo, pero supongo que podría tomarlo como un reto.

— ¿Lo dices enserió?

— Claro, pero primero tengo que ir a ver como esta la cabaña.

— Oh si, puedo guiarte hasta allá.

— Bien, vamos.

Emil comenzó a soltar los caballos para amarrarlos a su carreta pero sin notar soloto una de las riendas.