Capítulo Único

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Love Live! No me pertenece, es de sus respectivos sueños.

Yo no sé cómo sucedió, yo no vi como apareció, como un sol, todo iluminaba y sentí que todo el mundo cambiaba.

No entiendo porque las chicas en el receso comentaban que era tan atento, maldita sea, ese chico es un completo imbécil. Si se preguntan de quien hablo, es del tarado mejor amigo de Hanayo: Hoshizora Rin.

¿Qué una no puede hablar mal de su compañero y en veces amigo? Como se nota que no lo conocen. Hoshizora Rin es el tipo más desesperante de toda la humanidad. ¿Por qué lo odio? ¡Es que es un entrometido! Desde que nos unimos al club de idols para formar muse, se la pasa diciendo que debería de bajar de peso porque según el estoy subidita de peso, que aprenda de Hanayo "porque es la persona más dulce del universo". ¡Enserio que odio esa actitud tan fresca! Es simplemente la persona más insoportable de la maldita humanidad. Ese maldito hijo de su paquiderma madre, ese que tiene una sonrisa de niño chiquito que me hace reír torpemente cuando se dé la vuelta y atiende las necesidades de su mejor amiga.

-Ya Maki-chan, deja de bufar tanto -hablo Umi. Él y yo nos encontrábamos en el salón de música, en búsqueda del próximo éxito para nuestro grupo.

El peliazul estaba sentado al lado mío en el piano. Llevábamos alrededor de dos horas buscando la inspiración, pero debido a mi cambio a "tsundere explosiva" como le apodaron mis compañeros, no habíamos logrado avanzar nada.

-No puedo evitarlo -gruñí al cruzarme de brazos- ¿Qué no escuchaste lo que dijo ese imbécil?

-Solo te dijo que te veías linda con tu suéter beige -sonrió divertido con mi situación. Me gire a verlo con el ceño fruncido para amenazarlo de que si seguía lo enterraría veinte metros bajo tierra, pero el simplemente amplio su sonrisa y acaricio mi cabeza- Ya, ya, sabes que entre mis pasiones esta molestarte.

-Eso lo tengo muy en claro, Umi -negué un par de veces con la cabeza para que dejara de tocarla- pero sabes perfectamente que no me gusta que hables tanto de ese niño gato.

- ¿Qué tengo que recordarte que fuiste tú la que empezó a hablar de él? -alzo la ceja con obviedad y le di un pequeño golpe en el hombro- ¿y ahora porque fue el golpe? -se perfectamente que fingió estar adolorido cuando se tocó el hombro.

-No seas melodramático, Umi -suspire un tanto molesta- Tu fuiste quien empezó y conozco bien esa mirada- lo observe fijamente esperando a que él se girara por lo apenado que pudiera estar del contacto visual, pero simplemente se quedó viéndome con esa enorme sonrisa.

-Si sabes a lo que me refiero, ¿entonces porque eres intentas mentirme? -me mantuve firme ante su pregunta- se bien que Rin no te es indiferente desde hace tiempo.

-N-No pienso así de el -desvié rápidamente la mirada, mis mejillas comenzaron a encenderse levemente.

- ¡Ja! -soltó una sonora carcajada- ¿Qué te dije? -su voz sonaba victoriosa y estoy segura de que estaba sonriendo a la par.

En su gran carcajada, un recuerdo de hace unas semanas atrás atormento mi mente e incendio mis mejillas.

-Semanas atrás-

Se avecinaba el festival escolar y muse se había comprometido a cantar un par de canciones para que así más visitantes vinieran y vieran la escuela. Por lo que habíamos practicado unas canciones viejas y unas nuevas que ya ansiaban con salir, entre ellas un dueto entre el chico gato y yo.

- ¡Concentrate! -le grite fastidiada de que siempre terminara pisando mi pie- ¿¡que entiendes por izquierda- izquierda- pie!?

Nuestra locación de baile era nuestra fiel azotea, aprovechando el buen clima fue por qué estábamos ahí.

Como perro y gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora