--Amor Más Allá Del Tiempo--

Capítulo 3--¿Pasado y mentiras?

La autocrítica excesiva y el autodesprecio son el resultado de una falta de compasión hacia uno mismo. Cultivar la auto compasión implica tratarse a uno mismo con amabilidad, gentileza y comprensión en lugar de juzgarse de manera negativa.

Desde que era pequeña, todo fue muy difícil para mí, eramos una familia "grande" por decirlo así. Yo era la hija mayor y tenía 4 hermanos varones, mucho menores que yo. Si, mi mamá tuvo cuatrillizos ¿Loco, no?

Mi papá y mi mamá siempre me dejaban a cargo de mis hermanos impidiendome el aprendizaje, nunca supe escribir y mucho menos leer. Lo único que se es cocinar, lavar, planchar, hacer aseo en casa y más cosas cotidianas, según mi mamá esto es lo que le gusta a todo hombre. Una mujer que no cause problemas, una mujer ama de casa y una mujer que te dé hijos.

Con el paso de los años, mis padres desaparecieron de un día para otro junto con mi cuatro hermanos menores. Me dejaron solo la casa, no había nada de ellos, ni en su Habitación. Me quedé sola, sin nadie a mi lado.

No sabía cómo sentirme, siempre me ví obligada a nunca expresarme porque pensé que era malo, pensé que si decía algo, opinaba o me expresaba, sería una falta de respeto hacia mis mayores.

Desde ese día solo empecé a ser quien soy y busque todas las maneras de sobrevivir. No quería esa vida, pero, no había de otra. Era eso o morir.

Y así fue como empece una vida llena de sexo y más...

Para la mayoría de los hombres de la aldea yo era un tesoro valioso, me daban dinero a cambio de que yo les diera la muestra de amor. Ya no me importaba nada, de todas formas, nunca sabía cómo sentirme, asique por eso ignore mis sentimientos.

Claro, no todo los hombres son iguales, algunos siempre me daban dinero y ya, no me decían nada.

Pero ese chico me dejó intrigada, se que es nuevo en la aldea, pero su amabilidad me dejó algo insegura. ¿Busca algo más en este pueblo? ¿O solo es un chico buena gente?

—¡Uzi!—Grito su compañera de trabajo tocándole el hombro.

—¿Eh? Lo siento, estaba sumergida en mis pensamientos—Respondio con una sonrisa atontada.

—Esta bien, cuidate un poco más emocionalmente—Anuncio su compañera acariciando su pelo.

—JaJa, lo sé, ya me los has dicho varias veces—Respondio entre risas.

—Lo se, pero lo digo por tu seguridad, sabes que quiero lo mejor para ti, eras muy joven cuando empezaste esto Uzi, tenias tan solo 16 años...—Menciono abrazando a Uzi.

—Lo se, pero estoy bien, con lo que me pagan creo que muy pronto puedo irme de aquí y empezar desde cero—Dijo Uzi abrazando a su compañera.—De todas no te preocupes, si yo me voy, tu vienes conmigo—Agrego.

—JaJa, puedo arreglarmelas por mi sola, piensa un poco más en ti tonta—Rio viéndola.

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—¿Dónde estabas Vicky?—Pregunto el anciano algo intrigado.

—Tu sabes, le estaba dando una visita a Uzi y le di algo de pan, no ah comida muy bien—Respondio Vicky dejando la compra en la cocina.

—Esa chica...tan joven que era, no se merecía esa vida—Dijo Martin.

—Lo sabemos abuelo, pero no podemos hacer nada, aparte ella ya está teniendo el suficiente dinero para irse de aquí y empezar desde cero—Menciono Vicky empezando a quitarse sus botas.

—Esa chica de verdad se esmera por elegir otro camino, me sorprende esa manera de pensar de ella, merece todo lo mejor en este mundo, merece una persona que la ame, tal cual como para que le ayude a salir de esa vida y dejar su pasado atras—Dijo el anciano frunciendo un poco su ceño.