Capítulo 1/1

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"No existe para mí, mayor regalo que aquél brillo que irradia tu presencia, pues cada vez es más luminoso y mis ojos se cierran y se abren.

En este efímero encuentro, me siento completo"

La azotea de la escuela no solía estar abierta, realmente no. Era una especie de prohibición existente. Los alumnos no tienen permitido entrar a la azotea, más bien por seguridad. A Louis eso no le importa y ha encontrado la manera de forzar la puerta de la misma, solamente necesita unos minutos y esos diez centímetros de alambre. La puerta al paraíso.

El sol de la mañana parece estar dejando un rastro naranja sobre el suelo gris de la azotea, el viento está gentil y el cielo de un azul tan tenue, que Louis lo encuentra invisible.

"Esto es tan inexplicable" piensa, luego de mirar el cielo unos segundos, se ha saltado las primeras dos clases sólo para estar ahí y en realidad vale la pena.

Se sienta recargando la espalda en la pared y observa el cielo un poco más.

"Es infinito, el cielo nunca se acaba" sigue pensando, y pensando, y las horas se van así como las nubes, parece que se las ha llevado el viento en un soplido silencioso.

Louis está sumido en el letargo más largo que ha tenido jamás. No le apetece ir a clases ni a casa, desea quedarse allí, en la azotea, para siempre. Porque sin explicárselo, no tiene ganas de apartar su vista del cielo. No quiere abandonar la calma. Es su único momento.

Su teléfono suena un par de veces, había jurado ponerlo en vibrador, pero al parecer lo había olvidado y ahora Zayn le llamaba sin censura como si fuese todo aquello una calamidad.

-¿Dónde demonios estás estúpido, crees que puedo comprar la yerba así yo solo?- suena molesto, pero Louis en verdad no quiere salir con Zayn a fumar yerba, increíble Louis Tomlinson no quiere fumar con él y por primera vez incluso él se sorprende, pero hay algo invisible y fuerte que lo une a la azotea y más precisamente al cielo de aquella mañana .

-A la mierda, no puedo hoy Zayn- intenta disculparse pero sólo escucha como Zayn lo maldice y cuelga el teléfono , probablemente al día siguiente se lo reprocharía. Era fácil para Zayn, él era muy atractivo y joven, obtenía yerba y estaba con chicas y todo era bueno, pero para Louis todo era un poquito más confuso porque le gustaba la yerba , pero Zayn era más guapo que él y las chicas no le prestaban tanta atención y no es que Louis quisiera ese tipo de atención por parte de las mujeres, era sólo que a veces se sentía excluido y quizás un poco enojado con la vida por ponerlo ahí.

Así que sentado ahí en la azotea del instituto, mirando el cielo teñirse de naranja, las cosas parecían tomar un curso, el curso de las cosas era inmutable y lo sabía. El problema era que su vida realmente no tenia curso alguno, no se dirigía a ningún sitio. Estaba estancado siendo Louis. Sumido en los problemas familiares y en la yerba.

El tercer día que pasaba en la azotea parecía del todo normal, las primeras horas estuvo en completo silencio, llevando consigo un cuaderno donde empezó a dibujar solo rayones sin sentido. Luego de un rato, parecía que iba a llover, entonces se propuso regresar. Ya de pie abrió la puerta con cuidado y se estaba a punto de marchar cuando choca con un cuerpo cálido.

Louis no entiende nada, porque es decir, aquél era su lugar y realmente nunca nadie había querido subir allí, estaba prohibido. Quién osaba a entrar, a la azotea donde solo Louis tenía acceso.

-Lo siento- se disculpó el sujeto, llevaba el uniforme de la escuela, con la corbata algo suelta y el cabello alborotado.

-No, lo siento yo- dijo Louis como un reflejo y antes de poder irse o preguntar algo, el otro chico habló.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2015 ⏰

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