Había pasado cerca de un día desde que Eli había caído dormida. Elliot la llevó a su sala de estudio, como su batalla anteriormente había sido peligrosa, no pudo confiar del todo en ella, por lo que la envolvió en la manta más abrigadora que tuvo y después invocó una mano de hielo, para mantenerla sujetada y evitar que cometiera alguna estupidez.
Después que Elliot esperó un día completo sin verla despertar, no estaba seguro de como funcionaba su cuerpo. La mejor forma que tenía para descubrirlo sería preguntárselo a los chicos que habían venido con ella.
—Jess, Daniel.
Tras pronunciar esos nombres, las dos personas entraron a su sala de estudio, uno era un hombre que medía cerca de dos metros, su cabello era rojo, su tes algo morena y sus ojos eran amarillos. Mientras que la chica, fácilmente le llegaba un poco más debajo de los hombros, su cabello era negro al igual que sus ojos, su tes era clara y tenía un lunar al lado derecho del labio.
Ambos estaban vestidos con ropas apropiadas para el combate ligero, ambos portaban una espada como arma. Eran los caballeros más leales de Elliot.
—Necesito hablar con los prisioneros de anoche, Daniel, necesito que me lleves donde ellos, mientras que Jess debe vigilar a la chica.
—Sí majestad.
Respondió la chica inclinándose levemente y se quedó con Eli en el estudio, mientras que Daniel guio a Elliot a la celda donde se encontraban Lewis y Erick.
Mientras tanto Erick y Lewis estaban demasiado deprimidos en ese lugar, se habían dado por vencidos con la celda, ya que no pudieron causar ningún daño dentro de ella.
—¿Crees que haya un juicio? Espero que al menos nos den oportunidad de hablar.
Suspiró Erick con un tono agotado, estaba tan cansado que se recostó sobre la espalda de Lewis.
—No sé nada sobre ese tipo de cosas, lo único que me interesa es que Eli esté bien.
Respondió Lewis con la cabeza gacha, tampoco estaba bien con su situación actual. De pronto escucharon algunos sonidos provenientes de la puerta principal del calabozo.
Ambos comenzaron a ponerse nerviosos, pero Erick pensó en que, si venía alguien, podía haber una oportunidad de negociación, pero cuando vieron al pelirrojo y al chico de cabello plateado, sus expresiones se habían vuelto confusas.
"Eli había peleado con él... pero si está aquí...".
Erick sintió sus propios latidos, estaba aterrado y olvidó por completo lo que le dijo Lewis, la única manera en que viera a este chico casi ileso, era porque seguramente había derrotado a Eli.
Estaba a punto de gritarle, incluso Lewis estaba un poco sobresaltado, pero Elliot habló primero.
—Su compañero se encuentra bien, ahora mismo lo tengo custodiado en mi estudio.
Comentó mientras hacía contacto visual con ambos.
—¿Con qué propósito nos dices esto?
Preguntó Erick mientras apretaba sus puños, su mirada hacia Elliot mostraban total desconfianza.
—En medio de nuestro enfrentamiento, conocí la verdadera identidad de su compañera. La verdad es que todavía estoy consternado con lo que descubrí.
Vine a ustedes porque ella sigue se desmayó y no se despertó desde entonces.Luego Lewis se acercó un poco a él detrás de la celda, bajó la cabeza y se arrodilló delante de Elliot.
—Por favor, permítame ver el estado de Eli. Él es alguien muy preciado para mí.
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El camino de un héroe
FantasyEn el vasto continente del norte, el Reino de Reveire se alza como un bastión de justicia y prosperidad. Sin embargo, una anomalía mágica desencadena la aparición de grietas infernales, liberando hordas de demonios que sumergen al reino en un caos i...