Alisson no me evita tanto como yo a ella y me cuesta mucho trabajo mirar a la cara a Lucero.
No fui capaz de decirle nada a ninguna cuando fue el velorio de Santiago.
En algún momento, decidí que no iba a decir ni una sola palabra de todo lo que me pasó y estuve tranquila sabiendo que la única persona que pudo haber dicho algo ya no estaba.
Todo este tiempo, lo que me ha levantado en las mañanas es la culpa.
Me lástima siempre que quieren saber algo de Santiago, por medio de mí, me parte el alma escuchar su nombre y apenas puedo respirar cuando me preguntan cómo estoy.
Pero creo que todo eso es poco para lo que merezco.
Entré a mi casa, inútilmente en silencio, porque todos estaban ahí.
—¿Cómo te fue? —me preguntó mi mamá.
—Bien —me quité la chaqueta para dejarla en la silla donde tomé asiento en el comedor.
—¿Ya me vas a decir con quién has estado saliendo?
Ladeé la cabeza.
—Después.
Mis padres saben, por defecto, que he estado saliendo con alguien, me refiero a citas, pero no saben de quién se trata.
—¿Pero sí tienes novio? —cuestionó Julia al acercarse, a lo que me acomodé para cargarla en mis piernas.
—No tengo novio —dije.
Después de las preguntas que de ley me hacen cada vez que he salido, me retiré para subir a dormir, dejándolos con las mismas dudas de siempre.
Pasé los días ayudando con los preparativos para las cenas del 24 y 31 de diciembre.
Tenemos poca familia, pero todos vinieron y atenderlos fue parte de mi trabajo.
Me servía mantener la mente ocupada, en cambio, sí estaba pensando seriamente en la respuesta que iba a darle a Cynthia.
Si eventualmente no hubiera considerado llegar a esto, no le habría hecho perder el tiempo aceptando todas esas citas.
Tengo tantos defectos que no consigo ver qué vio ella en mí.
Hay chicas más lindas que yo, más simpáticas y bastante dispuestas a lo que sea.
Yo soy un manojo de problemas.
∙⊱♡⊰∙
Celeste entró a dejar mi cargador en la cama, en el mismo sitio de donde lo tomó.
—¿Has visto a Tulipán? —me preguntó.
—No —respondí.
Me estaba cepillando el cabello frente al espejo y la vi mirándome.
Volteé.
—¿Qué?
—Tienes un... —se interrumpió, para acercarse y con el peine me acomodó la parte de atrás.
—Gracias.
—El chico con el que has estado saliendo lo vas a ver en la escuela o, ¿por qué te arreglas?
Enrollé una punta de mi cabello, para marcar el rulo.
—Tal vez.
Fui al armario a buscar qué ponerme encima de la camiseta.
No solía vestir con lo primero que encontrara, tenía ropa formal inclusive, pero hace años que no la utilizaba y estoy contando con que me quede todavía.
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Vas a estar en mi corazón | EN PROCESO | ©
Romance💗 Porque siempre pasa lo que no debería y a tu corazón le importa muy poco si se puede o no. Cuando tu alma es quien elige, tu opinión sale sobrando. . . . Esta novela utiliza en su premisa el romance entre profesora-alumna. ⚠ Hay contenido +...