Advertencia: sexo, malas palabras, perversión, estimular pezones, mordeduras, masturbando masculina, diferencia de edad.
Título: Has que lo encontré
Resumen: Es la primera vez que sentías amor real y lo peor es que no es con un humano.
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Golpeas la punta del lapicero contra los papeles del escritorio, tu mirada se mantiene en un punto fijo ignorando totalmente a tu hermano que está sumamente concentrado exolicando lo más importante de como funciona la empresa. Sonríes tontamente al recordar su sonrisa y tu corazón empieza a palpitar como loco, tus mejillas se sonrojan de tan solo recordar el torpe roce de mano cuando él te ayudo a levantar algunos libros. Ries levemente cuando él trato de explicarte como funciona el espacio siendo un tema de conversación muy bien sabido por él, tú también sabes cómo funciona pero con tal de escucharlo hablar, dejaste que te diera una extensa explicación.
— ¡Te estoy hablando T/n!.
Rápidamente borras tu sonrisa y miras a Bruce, su ceño fruncido y una leve vena remarcada en su frente signo del enojo que está apunto de explotar contra a ti, evitas rodar los ojos y te dejas caer en el respaldo de la silla.
— ¿Que te tiene así? — cuestionó de mal humor — últimamente has estado...ida
— Es un tema del que no sabes...aún — encoges tus hombros
Hasta el día de hoy, tu hermano no ha tenido una relación seria y duradera. Está claro que no te entenderá si le hablas de lo que sientes.
— No seas estúpida, soy mucho mayor que tú — dijo incrédulo
— El estúpido eres tú y no porque seas mayor que yo, significa que entiendas las mimas cosas que yo sé.
Bruce rió burlón y alzó sus manos en son de paz.
— Está bien hermana, no me cuentes pero que eso no afecte en el trabajo porque te estoy dejando toda esta responsabilidad — señaló el lugar, más bien la empresa. — papá se esforzó mucho para sacar adelante ésto.
Vuelves a suspiras, a pesar de ser una de las mujeres más reconocidas, exitosas de todo el mundo, no quiere decir que te salvas de tus responsabilidades. En cuanto cumpliste 24, Bruce decidió que ya es momento de que empezarás los negocios en los que él se estresa, porsupuesto que confia ciegamente en tu inteligencia y madurez para manejar la empeza tu solita.
— Me lo recuerdas diariamente que ya es una piedra en mi zapatilla — sonríes sarcástica — mejor preocúpate en que una de tus mujercitas no causen problemas — le recuerdas enojada.
Precisamente ayer, estaban en una importante reunión, asegurando más éxito a la empresa y a terceros, estaban a punto de cerrar el trato cuando de la nada apareció uno de las tantas amantes de Bruce, histérica y loca gritando en la entrada de la sala de reuniones. Obviamente eso no les gusto a los invitados al punto de casi cerra trato no completado. Así que él no tiene porque echarte en cara ese tema.
