CAPÍTULO 5

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Bitácora del Capitán:

El suministro de alimentos está comprometido. La mayoría de los víveres están en mal estado. No puedo permitirme enfermarme, no ahora. Estoy sobreviviendo con lo poco que queda. La sombra es constante, su presencia una tortura interminable.

Cada vez que intento comer, me enfrento a alimentos enmohecidos o podridos. La poca comida que encuentro en buen estado es insuficiente para mantenerme. Mi estómago gruñe de hambre, y mi cuerpo se debilita cada día más. La sombra sigue ahí, acechándome, esperando mi momento de debilidad.

He intentado racionar lo que queda, pero sé que no durará mucho. Cada bocado es una lucha, no solo por el hambre, sino por el miedo de que él haya contaminado los suministros. No puedo permitirme bajar la guardia, no puedo dejar que él gane.

Bitácora del Intruso:

Hoy saboteé los suministros de alimentos. La comida es vital, y él se verá obligado a enfrentarse a su debilidad física. Quiero verlo doblegarse ante el hambre, quiero ver su cuerpo debilitado y su mente fracturada.

Es un espectáculo ver cómo lucha por encontrar algo comestible. Su desesperación por alimento es una delicia para mí. Cada día que pasa, su resistencia disminuye. Se está volviendo más frágil, más fácil de quebrar.

El hambre es solo otro método para quebrarlo. No tengo prisa. Su sufrimiento es mi entretenimiento, y cada día lo acerco más a su límite. Pronto, no podrá soportar más.

Fin de la bitácora.

El capitán y el intrusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora