C A P Í T U L O 2

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Ya habían pasado dos semanas desde que robby y yo quedamos, y puedo confirmar que es una persona especial, hablamos todos los días y hemos quedado un par de veces en su casa, pero ojo, aun no ha pasado nada.

Hoy es el primer día y me he despertado 3 horas antes para poder prepararme.

Salí de la ducha enrollada en una toalla mientras el pelo me goteaba, me senté delante de mi tocador, me seque el pelo y me puse ropa, busqué un atuendo perfecto para la ocasión, ni demasiado extravagante, ni demasiado básico, solo lo suficiente como para poder llamar la atención.

Note las pequeñas ondas de mi cabello así que decidí plancharlo, no me gustaba como se me veía mi cabello natural.

Termine de maquillarme, luego hice mi mochila y baje a despedirme de mi madre.

Baje y no vi a absolutamente nadie, me dirigí a la mesa de la cocina y vi una nota

"Mamá a tenido que salir pronto, te he dejado las llaves del coche en la mesa ya que no pude llevarte"

Cogí una manzana y las llaves del coche, comencé a conducir hacia el instituto.

Cuando llegue y me baje del coche sentí un montón de miradas sobre mi, era totalmente normal, era nueva en la escuela, pero yo no sentía eso, quizá mi cabello no lucía bien o quizá el color de mi camisa no me favorecía, la inseguridad se apoderó de mi cuerpo y quise retroceder para salir de la escuela y montarme en mi coche.

Cerré los ojos, respiré y los volví a abrir, no podía dejar que unas cuantas miradas juzgadoras me estropearan el día.

Seguí caminando por el pasillo mientras buscaba el número de mi taquilla la cual no encontraba.

-necesitas ayuda en algo?- me preguntó una chica de pelo liso oscuro y ojos azules

-Bueno, necesito ayuda para encontrar mi taquilla, pero si no puedes no pasa nada, ya lo encontré-

-no, no, no, dime qué número es y te la muestro-

-es la 15A-

-esta de suerte, está Justo al lado de la mía- señaló la taquilla que estaba a su derecha

-muchas gracias, quizá sea una señal-

-ya lo creo- sonrío

𝓷𝓸𝓽 𝓪𝓰𝓪𝓲𝓷 -cobra kai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora