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El sonido de el despertador sonó en aquel cuarto, el cual estaba adornado con varios poster de la Símbolo de la paz, la habitación también tenía un escritorio con una laptop, una lámpara de noche y varios papeles, la cama tenia sabanas blancas con estampados de brócoli y en esa mismas sábanas estaba un chico.
Aquel chico de cabello verde alboroto se levanto y apago la alarma.
El tiene la piel blanca y suave como algodón , sus facciones femeninas adornan su rostro, sus grandes ojos verdes contrastan con esa pequeña boca y nariz, tiene brazos delgados y dedos delicados, su pecho no tiene músculos visibles, solo unos alegres pezones qué sobresalen. Su abdomen es delgado. Esa imagen angelical y pura tiene un toque de erotismo por sus grandes muslos y un hermoso trasero en forma de burbuja.
Se estiró y bajo hasta la cocina, tomo el delantal, se puso a hacer el desayuno. Un par huevos revueltos con pan tostado. Para tomar puso el vaso de la licuadora y saco varias fresas al igual que dos recipientes de leche. Primero vertió la leche de el cartón y fresas para hacer un licuado , pero para el segundo destapó un recipiente de vidrio con leche pero esta era mas espesa que la anterior , sin tomarle importancia el chico hizo su licuado.
Tomó ambos desayunos y los coloco en la mesa. Con un paso tranquilo y tarareando entró a una habitación.
Una sonrisa maliciosa se formó al ver las sábanas como si fuera una tienda de campaña.
—Mmmmmm~~<3— Gimió la peliverde mayor quien estaba dormida
Slurp~Slurp~ ngaaaaaa
Se escuchaba por la habitación, lo que hizo desperto a inko, quito la sábanas y se estremeció.
—Buenos días izuku~— bostezo —Parece que la pequeña putita anda ansiosa
Izuku saco el pené de su boca, dejando hilos de saliva y empezó a lamer las bolas
—Buenos días mami~ — El siguió lamiendo mientras hablaba —Ya esta listo el desayuno
Inko sonrió y la tomo de su cabeza :
—Muy bien, Te mereces una recompensaaaaaa~aaahhh~~~
La peliverde mayor, inserto la pequeña boca hasta la base de su miembro.
Gulp Gulp
El aire se corto con esa estocada, inko sonrió al ver a su hijo empalado, su pene era demasiado grande, midiendo 28 cm de largo y 8 de ancho.
—Eres muy hermoso izuku ~—Inko elogio a su hijo/puta,
Su rostro estaba marcado con un rubor y una sonrisa maternal que desprendía vapor.
Después de el desayuno, inko se fue a listar para ir a su trabajo mientras que izuku lavaba los platos.
—Ya me voy princesa, recuerda ponerte tu cinturón de castidad antes de irte a la escuela, voy a llegar un poco tarde pero no te preocupes llame a Mitsuki para que no estés sola.
Inko buscaba las llaves en su bolso mientras se acercaba a la puerta, donde izuku la esperaba postrado en el suelo, al lado de las zapatillas. El peliverde se acercó a besar los pies desnudos de su progenitora, lamiendo y chupando los dedos.
Mientras izuku disfrutaba lamiendo la planta de el pie, inko se emocionaba mientras veia ese enorme trasero que se meneaba de un lado a otro.
Izuku termino de poner el calzado
—Bien hecho putita, tu recompensa, abre grande — el peliverde con una sonrió complacido y abrió su boca sacando su larga Lengua.
Inko acumuló saliva en su boca y la batió un poco para darle una consistencia espumosa. Después la dejo caer en el rostro de su hijo quien movía su lengua de forma circular tratando de cachar todo ese manjar.
