Demonio Real - Katakuri x OC

7

Patearon la puerta con fuerza, dió un salto por el abrupto despertar pero se puso en guardia rápidamente sobre la cama, observó con desagrado a la misma mujer quien la había llevado hasta esa habitación cuando llegó, la estaba mirando con burla y una sonrisa de satisfacción en el rostro.

- Tienes dos minutos para vestirte, la Reina quiere verte - Se apoyó en la puerta -

- ¿No sabes tocar la puerta? - Bajo de la cama molesta -

- A la reina no le gusta esperar - La ignoro observando su reloj de bolsillo -

- Bueno, tendrá que aprender.

Se acercó al armario, pero antes de poder abrir las puertas de este, fue jalada del cabello hacia atrás, observó con rabia la cara de furia de la mujer detrás de ella.

- Será mejor que cuides tu manera de hablar - Apretó aún más su agarre - Le debes la vida y respeto a la Reina.

Le dió un cabezazo con fuerza, la escucho quejarse por el dolor, al sentirse libre de su amarre, volteo, pateó con fuerza sus piernas logrando que la mujer cayera al piso de rodillas y tomo su cuello con sus manos, la miró seriamente, su nariz estaba sangrando y sus ojos lagrimeaban.

- Tu me debes respeto a mi, yo soy la princesa heredera del trono del reino sin magia, casada con el tercero en la línea de sucesión del reino mágico - Sonrió al sentir las manos de la mujer sobre sus muñecas tratando de quitarlas - Soy la primera en mando en la tropa de los guerreros elite del bosque, no me tomes a la ligera, pequeña mierda - Soltó su cuello y se acercó al armario - Haz que me traigan pantalones y blusas, no pienso usar vestidos.

- Tu paria maldita - Tosió poniéndose de pie - ¿Cómo te atreves?

- Conoce tu lugar - Le dedicó una mirada de soslayo eligiendo un vestido ligero - Yo soy una princesa aunque no quiera, nací en la monarquía, y tú no eres más que un peón de tu reina, ubícate y respétame - Se cambió de ropa frente a ella sin pudor -

- Jamás tendrás mi respeto, no eres más que una…

- Paria blah blah - Rodó sus ojos - Si, lo sé, vamos a dónde tú Reinita - pasó por su lado y dejó en sus manos el vestido que había estado usando - Límpiate la nariz.

La mujer apreto el vestido con rabia pero aun asi lo uso para limpiarse la sangre, la guió en silencio hasta la sala de trono, allí la estaba esperando la Lilin, en cuanto la vio sonrió ampliamente. A los costados de la habitación habían grandes estrados ocupados por varias personas, quienes la miraban juzgando, rodó sus ojos ante ellos y se cruzó de brazos para enfrentar a la gran monarca.

- Supongo que ya se hicieron amigas con…¿Cuál era tu nombre?

- Monette su majestad - La reverencio exageradamente  -

- Ella será tu criada principal - Aplaudió feliz -

- Le confiaría mi vida - Sonrió con burla - ¿Qué quieres Lilin?

Escucho como la mayoría en la habitación casi se ahogaban con tal falta de respeto a su reina, ella simplemente no le quitó la vista de encima a la gran mujer.

- Quiero conocer un poco mejor a mi nueva nuera - Se levantó de su trono y caminó hasta la pelinegra - ¿Eres el demonio que todos dicen que eres? - Tomó un mechón de su cabello - Acompáñame a tomar té.

Soltó su cabello, y se alejó de ella, camino hasta la puerta cerca de su trono y se perdió por ella, rodó sus ojos y la siguió en silencio, sintió a la otra mujer tras ella, la habitación era un invernadero gigante, en el centro había una mesa y dos sillas, la reina ya se encontraba sentada esperandola, habían diferentes postres y panecillos para acompañar el té, ella se sentó en la silla vacante frente a la mujer y la miró expectante.