Destino_ Minsung

I

JISUNG

No es la primera vez que me pregunto si el destino existe. Si mi vida ya está escrita. Si dios, el universo, o lo que sea, ya me tiene mi vida planeada. Lo que haré hoy, lo que me ocurrirá mañana, de que trabajaré, e incluso de qué chica me enamoraré por primera vez. Ahora me diréis, "Jisung, si tienes 16 años, no puede ser que no te hayas enamorado antes" Os lo explico.
Claro que he sentido atracción por algunas chicas a lo largo de mi vida, pero solo era atracción física. Es decir, tengo 16 años, es normal que tenga deseos un poco subidos de tono, pero nunca he sentido más allá de eso, atracción física, que me guste su cuerpo y su rostro. Nunca he llegado a sentir eso que se hace llamar amor. Ahora tampoco penséis que no siento amor por nadie, claro que amo a mis padres, a mi hermano y a mis amigos, obviamente, no es que nunca haya amado a nadie. Pero ese amor que tengo por mis seres queridos es diferente del que yo os hablo. Ese no va más allá de un amor normal, cuando tienes un vínculo especial con tu familia o amigos, al que sientes hacía varias personas. A lo que me refiero, es que nunca he conocido a una chica que me haga sentir mariposas en el estómago y que necesites siempre estar cerca de ella. Ese amor que solo sientes hacia una persona y es el más especial de todos, según dicen, porque tampoco lo puedo confirmar.
Ahora mismo estoy estirado en mi cama, mirando un punto fijo del techo, y pensando este tipo de cosas, todo por culpa de la empresa de mis padres.
Todo empezó hace 1 semana, cuando nos mudamos a la ciudad para que la empresa de mis padres pudiera crecer y así ganar más dinero.
Esta semana nos hemos dedicado a recorrer la ciudad, conocer a nuestros nuevos vecinos, que por cierto son personas muy agradables, y a adaptar nuestras cosas a la casa. Sinceramente, me lo pase bastante bien, y pensaba que vivir en la ciudad, podría no ser tan malo. Hasta que llego el día que tanto me temía, el primer día de escuela.
Hoy, exactamente en dos horas, tengo que ir a mi primer día en mi nueva escuela. Ya de por sí me da palo empezar la escuela después de tantos meses de vacaciones, pero este año es aún peor porque tengo que caviar de edificio, de profesores y de compañeros. De golpe, la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.
- Jisung, o te despiertas ya o llegarás tarde a tu primer día- Dijo mi madre desde el pasillo.
- Ya estoy despierto, mama- conteste un poco molesto.
- Vale, vale. Tampoco hace falta que te enfades, hijo. - Soltó una pequeña risa que pude escuchar desde dentro de mi habitación.- El desayuno ya está listo.
- Vale... - Conteste.
- Hay cheesecake. - Soltó de repente.
Esas dos palabras hicieron que me levantara de la cama en menos de dos segundo.
- ¡Tardo cinco minutos! - Grite con emoción.

- Vale, te espero abajo. - Dijo riendo y bajando las escaleras hacia la planta baja.
Cojí la ropa que había preparado anoche, y me vestí lo más rápido que pude. Me arregle el cabello y baje corriendo las escaleras hasta la cocina.
- Buenos días, hijo. - Dijo mi padre poniéndose los zapatos para irse al trabajo.
- Buenos días, papi. - Dije acercándome a él. Me hizo un gesto para que le diera un beso en la mejilla, y yo lo hice.
- ¿Nervioso por tu primer día? - Me pregunto.
- Un poco. - Respondí.
- Si te esfuerzas mucho en los estudios y eres amable con tus compañeros, te irá tan bien como a mí. - Dijo mi hermano bajando por las escaleras.
- Te irá bien, no te preocupes. - Intento calmarme mi padre.
- Sí, no te preocupes, hijo. - Grito mi madre desde la cocina. - Lo que necesitas es un buen trozo de tu tarta favorita. - Me dijo cortando un trozo y poniéndolo en un plato.
Me acerqué a mi madre y coji el plato que me preparo.
- Muchas gracias por hacerme la tarta.
- De nada. - Contesto con una sonrisa y me dio un beso.
- Bueno, nos vamos al trabajo. - Dijo mi padre.
- Que os vaya muy bien el día, y portaros bien. Nos dijo nuestra madre.
- Siii. - Respondimos mi hermano y yo a la vez.
Cuando mis padres cerraron la puerta, me comí el cheesecake y me fui a mi habitación para acabar de arreglarme. Me cepille los dientes, me puse los zapatos y coji mi mochila. Baje corriendo las escaleras porque llegaba tarde, y antes de irme me despedí de mi hermano.
- Que te vaya muy bien en tu primer día de trabajo, Hak-Kun. -Le dije a mi hermano.
- Eso espero, Sung. Si haces lo mismo que yo hice, te irá bien a ti también.
Asentí con la cabeza.
- Adiós, nos vemos.
- Adiós.
Cuando mi hermano me respondió, cerré la puerta y me dirigí a mi nueva escuela.