Mi querido demonio | Sonamy

Capítulo 32

Los chicos se aventuraron en la mina, a medida que avanzaban, la oscuridad parecía engullirlos, y solo la luz de sus linternas lograba mantener a raya las sombras. El aire era denso y húmedo, y el sonido de sus pasos resonaba en las paredes de la mina. De repente, Valtor se detuvo y levantó una mano, indicando que debían parar.

- ¿Qué pasa? - susurró Shadow.

Valtor se inclinó hacia adelante, su oreja pegada al suelo.

- Escuchen...

Los demás se acercaron, intentando captar el sonido que Valtor había detectado. Al principio, no escucharon nada, pero luego, un débil rumor comenzó a tomar forma. Era un sonido bajo y vibrante, como el retumbar de un tambor lejano. Blaze frunció el ceño.

- Parece un motor. - dijo.

- O algo peor. - agregó Shadow.

De repente, un rugido ensordecedor resonó en la mina, y las sombras parecieron cobrar vida. Una criatura enorme emergió de la oscuridad, sus ojos brillando con un fuego rojo. Era un monstruo de roca y lava, con brazos tan gruesos como troncos de árbol y una boca llena de dientes afilados.

- ¡Un Magmaw! - gritó Valtor. - Tenemos que ser cuidadosos.

El Magmaw corrió hacia ellos, su boca abierta de par en par. Shadow y Valtor se prepararon para atacar, pero Blaze se puso en medio.

- Esperen. - dijo. - Creo que puedo encontrar una forma de derrotarlo sin lastimarlo.

Blaze se acercó al Magmaw, su mano extendida. De repente, una llama azul surgió de su palma y envolvió al monstruo. El Magmaw rugió de dolor, pero no se detuvo. Blaze concentró su energía y la llama azul se intensificó, revelando un cristal brillante en el corazón del monstruo.

- ¡Es un corazón de magma! - gritó Blaze. -Si podemos enfriarlo, podemos derrotarlo.

De repente, el Magmaw abrió su boca y escupió un chorro de lava que se dirigió directamente hacia Blaze. Pero, en lugar de quemarla, la lava pareció envolverla en un capullo de fuego. Los demás se quedaron atónitos al ver que Blaze emergía de la lava, su cuerpo brillando con un fuego interno.

- ¡Estoy bien! - gritó. - Pero ahora sé cómo derrotarlo.

El Magmaw rugió de sorpresa al ver que Blaze había absorbido su ataque.

- Tenemos que enfriar su corazón. - dijo Blaze. - Pero también debemos calentar nuestro propio espíritu.

Shadow y Valtor se miraron entre sí, confundidos.

- ¿Qué quieres decir con calentar nuestro espíritu? - preguntó Shadow.

Blaze sonrió.

- Nuestro espíritu es como un fuego interno que nos da fuerza y coraje. Si podemos encenderlo lo suficiente, podremos derrotar al Magmaw sin lastimarlo.

Valtor asintió.

- Entiendo. ¡Vamos a hacerlo!

Los amigos se unieron, concentrando su energía y su espíritu. De repente, un brillo cálido y dorado los envolvió, y su conexión se fortaleció. El Magmaw, sintiendo su energía, rugió de sorpresa y retrocedió. Blaze se acercó al monstruo, su mano extendida.

- Ahora es el momento. - dijo. - Vamos a enfriar su corazón de magma y liberarlo de su furia.

Blaze tocó el corazón de magma del Magmaw con su mano, y un chorro de energía azul surgió de su palma. El Magmaw rugió de dolor, pero esta vez, su furia comenzó a disminuir. La lava que lo rodeaba empezó a enfriarse, y su cuerpo de roca y lava comenzó a relajarse. Finalmente, el Magmaw se detuvo, exhausto, y Blaze retiró su mano. El monstruo miró a los tres amigos con ojos sorprendidos, y luego, algo increíble sucedió. Su cuerpo de roca y lava comenzó a cambiar, transformándose en un ser de piedra pulida y brillante. El Magmaw habló con una voz profunda y resonante.