エーテル的な - Okkotsu Yuuta

0

" Tu eres distinta, simplemente... 

tienes otro tipo de belleza, 

de un tipo mucho mas... etéreo"

                                   - Joana Marcus

.

.

.

.

.

.

.

– ¿Cómo era mamá, Okkotsu? – Su delicada e infantil voz resonó por las paredes de aquella habitación compartida.

– Una palabra, etérea. – Contestó él con una sonrisa en labios, su mirada estaba fija en el par de ojos que lo miraban con suma atención y curiosidad por saber más de la persona que alguna vez fue su madre.

– ¿Y eso qué significa? – Otra curiosa voz se unió a la conversación.

Okkotsu se les quedó mirando tratando de encontrar unas palabras sencillas que ellos pudiesen entender sin problema, palabras sencillas. – Que ella era algo.. fuera de este mundo. – Por su mente se reproducía la sonrisa de aquella mujer, la que fue el amor de su vida, y probablemente su último amor.

– Eso suena hermoso.. – Comentó la pequeña chica, la cual era la copia exacta de Okkotsu Yuuta. – ¿Podrías contarnos más sobre ella? – Continuó con entusiasmo.

– Calmate Nana, tan solo tiene diez minutos más. – Tras decir eso, el mayor de los hermanos le dio un pequeño golpe en la frente.

Yuta veía enternecido a ambos chicos, sus hijos. Una tenue carcajada salió de él. – No peleen, niños. Les diré más sobre su madre en otra ocasión.

– ¿Cuando volveras? – Preguntó Jay.

– Cuando vuelva de un viaje por trabajo. – Rascó su cuello inconscientemente con cansancio. – Y les prometo que cuando vuelva, no me iré de aquí sin ustedes.

Tras esas últimas palabras, los tres continuaron una pequeña conversación hasta que el tiempo límite de visita se terminó para Okkotsu. El tiempo fue corto, pero algo de su estrés se había ido gracias a aquella visita. Se encaminó hasta las rejas de aquel enorme orfanato, el lugar al que sus hijos han llamado hogar desde que tienen memoria. Se dio la vuelta para darle un último vistazo a aquel enorme edificio. No volvería hasta culminar con cierta misión, extrañaría tanto a ese par.

Un tono de llamada lo sacó de sus pensamientos. Tomo su celular y contesto. – Si?

– ¿Dónde estás? ¡He tratado de contactarte por horas! – Exclamó una voz femenina al otro lado del aparato.

– Lo siento, Airy, estaba visitando a los niños. – Dijo Yuta con su característico tono de voz amable y algo preocupado. – ¿Qué es lo que necesitabas? – Preguntó a su amiga.

– Creo que se como traerla de vuelta.. – Un profundo silencio se hizo presente. – Voy en camino. – dijo Yuta rápidamente para luego colgar y acelerar su paso hacia su auto. Tal vez, solo tal vez, podría volver a tenerla entre sus brazos..

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Aquí el prólogo! De verdad dudé un poco en publicar esto, espero les haya gustado. Nos leemos luego!

También disculpen por alguna falta ortográfica o si alguna que otra palabra no tiene sentido, luego editaré todos esos detalles.