― Sé que vas a tener muchas preguntas― dijo mientras el carruaje avanzaba por las calles empedradas de una ciudad ― Te explicaré todo cuando lleguemos al castillo. Por ahora, solo quiero que sepas que has sido invocada por una razón muy importante...
No podía dormir. Daba vueltas en la cama de la posada, escuchando los suaves ronquidos de Aldric en la habitación contigua. Los nervios por la misión de mañana me mantenían despierta. Sería mi primera aventura real como heroína invocada, y la idea me llenaba de una mezcla de emoción y temor.
Tras lo que pareció una eternidad, me rendí. Si no podía dormir, al menos podría aprovechar el tiempo para fortalecerme. Me vestí silenciosamente y salí de la habitación, el suelo de madera crujiendo suavemente bajo mis pies.
El aire fresco de la noche me recibió al salir, despejando un poco mi mente. Me dirigí hacia la entrada del pueblo, donde los guardias me miraron con sorpresa y preocupación.
―¿Señorita? ¿Todo bien?, ― preguntó uno de ellos.
"Sí, todo bien", respondí, forzando una sonrisa casual. "Solo voy a recoger algunas hierbas medicinales. Cuanto más frescas, mejor el resultado. No me adentraré mucho en el bosque".
Los guardias intercambiaron miradas dudosas, pero finalmente asintieron. ―Tenga mucho cuidado, señorita. Y no se aleje demasiado―.
Una vez fuera de su vista, me adentré en el bosque. La oscuridad me envolvió, pero lejos de sentir miedo, una extraña sensación de paz me invadió. Los árboles parecían susurrar suavemente, dándome la bienvenida. Podía sentir la energía de la naturaleza fluyendo a mi alrededor, como si el bosque mismo me reconociera.
Recordé el don que Sylvana me había otorgado: la habilidad de comunicarme con la naturaleza. Ahora entendía por qué me sentía tan cómoda aquí. El murmullo de las hojas, el suave crujido de las ramas, incluso el lejano gorgoteo de un arroyo... todo parecía hablarme, asegurándome que estaba en casa, protegida.
Esta conexión profunda con el entorno natural me llenó de una confianza tranquila. Sonreí para mí misma, pensando en lo absurdo de mi situación. "¿Por qué, dioses?", murmuré al aire. "De todos los mundos y todas las historias, ¿por qué me meten en una de aventuras y no en una de romance? Aunque, tengo que admitir, esto es bastante genial".
Con renovada determinación, comencé a buscar monstruos débiles para ganar experiencia. No tardé en encontrar un grupo de slimes, criaturas gelatinosas había leído de ellas en numerosas historias basadas en Isekai. "son los monstros más débiles"
El primer slime que enfrenté me tomó por sorpresa. Era más rápido de lo que parecía, y su cuerpo viscoso hacía que mis golpes resbalaran. Pero con cada encuentro, fui mejorando. Aprendí a anticipar sus movimientos, a esquivar sus ataques pegajosos. Con cada slime derrotado, sentía cómo mis habilidades y confianza crecían.
Fue durante mi décimo enfrentamiento cuando lo sentí. Una presencia poderosa que hizo que todos mis sentidos se pusieran en alerta. El bosque a mi alrededor pareció cambiar, los árboles se hicieron más viejos, más grandes. El aire se volvió denso, cargado de una energía que no podía describir.
Sin darme cuenta, mis pies me llevaron hacia la fuente de esa energía. Llegué a un claro y lo que vi me dejó sin aliento. Ante mí se alzaba un lobo enorme, casi del tamaño de dos personas. Su pelaje era blanco aunque por la luz de la luna pareciera que su pelaje se iluminara, y sus ojos brillaban con una inteligencia sobrenatural.
Pero lo que realmente captó mi atención fue la figura a su lado: otro lobo, este de un blanco inmaculado, que se erguía a mi altura. Su pelaje parecía brillar con luz propia en la oscuridad del bosque.
Me quedé inmóvil, incapaz de moverme o hablar. Los lobos me miraron fijamente, y tuve la extraña sensación de que me estaban evaluando. El más grande inclinó ligeramente la cabeza, como si estuviera pensando. El blanco, por su parte, dio un paso hacia mí, su curiosidad evidente.
Mil preguntas bombardearon mi mente. ¿Por qué había dos lobos? ¿Era el blanco más pequeño una cría del grande? ¿O acaso había más de una bestia legendaria en el bosque? La leyenda solo hablaba de un lobo blanco, pero lo que tenía ante mí desafiaba esa historia.
De repente, fui dolorosamente consciente de mi situación. Estaba sola, en medio del bosque, frente a dos criaturas que podrían despedazarme en segundos. El miedo, que hasta ahora había estado ausente, me golpeó con fuerza.
Lentamente, comencé a retroceder. Para mi sorpresa, los lobos no hicieron ademán de seguirme. Se limitaron a observarme, sus ojos brillantes siguiendo cada uno de mis movimientos.
Cuando estuve lo suficientemente lejos, me di la vuelta y corrí. Corrí como nunca antes había corrido en mi vida. Las ramas me arañaban la cara y los brazos, pero no me importaba. Solo quería alejarme, regresar a la seguridad del pueblo.
A pesar de mi pánico, pude sentir que el bosque trataba de calmarme. Las ramas parecían apartarse de mi camino, las raíces se aplanaban bajo mis pies para evitar que tropezara. Era como si la naturaleza misma estuviera ayudándome a escapar.
Cuando finalmente vi las luces de Riverbend, casi lloré de alivio. Me escabullí pasando a los guardias, que parecían medio dormidos, y regresé a la posada.
Una vez en mi habitación, me derrumbé en la cama, jadeando. Mi corazón latía tan fuerte que temía que despertara a todo el pueblo. Mientras trataba de calmarme, mi mente no dejaba de repasar lo que había visto.
¿Debería contárselo a alguien? ¿A Aldric? ¿Al Gremio? Pero, ¿cómo explicaría que había salido sola en medio de la noche? Además, ¿me creerían? La leyenda hablaba de un lobo, no de dos.
Decidí guardar el secreto, al menos por ahora. Necesitaba más información, necesitaba entender qué estaba pasando.
――――――――――――――――― Antes que me maten porque es un capitulo algo corto, y que me eh tardado unos dias de subir... solo quiero decir... Lo siento mucho. Pero hay algo bueno, acabe mis examenes del semestre y tal vez el proximo semestre este algo ya desocupada.
¿quieren capitulos mas cortos o estan bien como estan los capitulo?
Les dejo una imagen de como me imagine a los lobos <3
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