Hasta mi último aliento

Capitulo 5

— Debo decirte que así no puedes seguir afincando el pie, debes irte a casa— Me encontraba bajando de la camilla.

— Me siento bien— Ella me hace mala cara— Bueno, no tan bien.

— Por eso debes irte a descansar, Alonza— Empezó a escribir una nota y me la extiende.

— Llévalo a dirección.

— Gracias— Al abrir la puerta me sorprendió ver que Mauricio seguía ahí. Unas ganas inmensas de sonreír me invadieron, pero no lo hice.

— ¿Cómo estás?

— Ya mejor, gracias por ayudarme Mauricio.

— No fue nada, sentí que te me ibas a desmayar en los brazos— Sonrío por lo bajo— ¿Te vas a tu casa?

— Sí, la enfermera me dijo que tenía que descansar.

— ¿Cómo te vas a ir así?

— Ahorita pido que me vengan a buscar.

— Si quieres te acompaño mientras llegan.

— ¿Y tus clases?

— No te preocupes, me cancelaron la que tenía ahora— Sonríe.

— Que casualidad, no?— Frunzo el ceño.

— Lo mismo dije yo— Niego con una sonrisa de lado.

— Digamos que te creo...¿Puedo pedir otro favor?

— ¿Que necesitas?

— Me acompañas a la dirección para llevar esto?— Levanto el papel.

— Ah claro, vamos— Empiezo a caminar cuando de repente pego un gritito al sentir que me carga.

— Ey ¿qué haces?

— No puedes caminar, vamos a la dirección, no?

— No es necesario que ha...

— No te quejes y déjame llevarte— Suspiro y pongo los ojos en blanco.

— Está bien. Si te incómoda ni se te ocurra callarte.

— Ni te preocupes, eres liviana y no molesta hacerlo— "No me molesta hacerlo" Estúpido.

Rápidamente llegamos a la oficina del director y aviso mi situación, creo que con la cargada de Mauricio fue mucho más convincente para que me dejaran ir.

Mauricio me lleva a la salida pero se detiene un momento como si estuviera buscando algo, lo miro sin entender hasta que sonrió y siguió. Me deja suavemente en una banca y se sienta a mi lado.

— El día está muy bonito, no?

— Algo— Alzo los hombros.

— ¿Cómo te hiciste eso?— Levanto una ceja sin entender— Lo del tobillo, me refiero.

— Ayer cuando me despedí de tí. Un bicho venenoso me mordió.

— Por el frío, es muy común que aparezcan.

— Si supieras que para mí es una temperatura normal y bastante soportable.

— ¿Qué tanto frío hace allá?

— Imagínate si te digo que la temperatura promedio de allá es prácticamente lo que está haciendo ahorita.

— Ahorita el clima está bastante fresco pero solo espera a que estemos en febrero, son los días más lluviosos y fríos. Aunque también pronto llegará el verano y verás que es más increíble.

— Me gusta más invierno. No sé si podré soportar cuando llegue el verano.

— ¿Eres chica de hielo, ehh?