Capítulo once: Tenías razón

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Once: tenías razón

ATENCIÓN: Este capítulo puede tener escenas un poco fuertes, las cuales no son toleradas por todo el público.
Créditos a mi prima Lauren por ayudarme a escribir esa parte hahaha, yo no sabía cómo:(( VOTEN POR FAVOR ES MUY IMPORTANTE QUE LO HAGAN:)

En el capítulo anterior

-¿Eres la pequeña Lulú? -preguntó y asentí.

-Pero mírate, recuerdo cuando peleábamos por la casa del árbol y tu te ibas llorando a quejarte con mami.-colocó una voz de bebé y golpee su hombro.

-Bueno, ha sido un gusto verte. Iré al baño.-me despedí con un beso en la mejilla y me retiré.

Al llegar al baño, me encuentro con Harry quien sonríe al verme.

-Lulú.- susurra y su aliento a alcohol invade mis fosas nasales.

¿Cuánto tiempo llevo aquí?

-Harry.- tragué saliva y retrocedí dos pasos.

-¿Te he dicho lo provocativa que te vez con ese vestido?

Oh, oh...

_____________

-¿Estás bien? -pregunté mientras retrocedía.

-Excelente.-mordió su labio inferior.

De un momento a otro me tomó de la muñeca, hizo que entrara al baño y cerró la puerta con llave. Me pegó contra la pared y empezó a besar mi cuello. Grité varias veces pidiendo ayuda, hasta que él cubrió mi boca con su mano.

-Mírate, te ves tan rica.-continuó diciendo ese tipo de asquerosidades y yo seguía luchando.

-déjame...-supliqué con lagrimaste no los ojos y ahogando un sollozo.

-Ya quisieras.

Harry empezó a levantar la falda del vestido rápidamente, prosiguió a tumbarme en el frío suelo del baño. Traté de moverme, golpearlo, inclusive morderlo, pero él no me dejaba.

De su bolsillo sacó una cinta negra, juntó mis manos y las amarró, rompió un pedazo y lo colocó en mi boca.

-Podemos hacerlo a las buenas o a las malas ¿vale? -se levantó y empezó a bajarse el pantalón junto con su bóxer dejando ver su miembro. Aparté la mirada y apreté los ojos fuertemente. -Lo haré divertido para ambos. Te daré el cielo primero, y luego tu me lo darás a mi.

Se arrodilló frente a mi, sacó mis pantis, y sonrío con malicia. Abrió mis piernas de par en par. Me sentí expuesta, asquerosa, sucia.

-Qué belleza.-susurra mientras colocaba su miembro en la entrada de mi feminidad y lo rozaba rápidamente en mi clitoris.

Se sentía bien, pero no quería que continuara. No quería.

De un momento a otra su boca estaba en mi feminidad devorándola, haciéndome sentir cosas jamás antes experimentadas. Su lengua era rápida y me hacía arquear y dar pequeñas sacudidas.

Entonces en mi mente se encendió la bombilla. Seguirle la corriente para engañarlo y correr.
Entonces, con dificultad, agarré su cabeza y la hundí más entre mis piernas para a entender que quería más.

-¿Te gusta, eh? -preguntó observándome y asentí. Asqueroso bastardo.

Se acercó y quitó la cinta de mi boca.

-Gime mi nombre.-ordenó y empezó su trabajo con la lengua.

Pero antes me desamarró las manos, tomó dos de mis dedos y los pasó por mi feminidad. Los lamió y prosiguió con su lengua.
Y eso hice, dije su nombre varias veces y él lo disfrutaba.
Una sensación extraña recorrió mi cuerpo, se sentía bien, pero estaba asqueada por este pervertido.
Dije su nombre una vez más y era que ya había terminado.

Amor a Distancia [PRÓXIMAMENTE EN LIBRERÍAS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora