Buenas noticias para los que quieren que actualice, voy a retocar los borradores y continuar esto (intentaré no volver a abandonarlo xd)
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Esa misma tarde vi a Mirabel, Luisa, Camilo, Mariano y Dolores entrar en la habitación de Luisa. Isa y yo vamos a aclarar el tema de las amenazas de muerte en la habitación de la de los cactus, donde nadie nos moleste, pero parece que tendremos oyentes.
Cuando entré en su cuarto quedé maravillada con el frondoso bosque que encontré. Árboles de todo tipo, plantas carnívoras a un lado y cactus al otro, sabía que tenía más de una colección de plantas raras. Formaban un camino que llevaba a una cama que bajaba lentamente colgada de unas enredaderas.
- ¿Qué es lo que Dolores cree que deberías decirme? - dijo Isabela de brazos cruzados apoyando su hombro sobre un tronco que acababa de crear.
- Iré al grano - dije guardando las distancias - Das miedo, las amenazas de muerte se te dan bien.
- Eres tú la que da miedo - no esperaba que la intimidación fuera mutua - Podrías cortarme la cabeza sin que pudiera hacer nada para defenderme.
- Claro que puedes defenderte, seguro que conoces cientos de plantas venenosas.
- ¡No te voy a envenenar! - gritó.
- ¡Y yo no te voy a decapitar! - grité.
- Deja de subestimarte, incluso me provocaste una pesadilla - Isa es insistente.
- ¿Soñaste conmigo?
- Soñé que me matabas.
- ¿Por qué te mataría? - dije - ¿Y por qué dijiste esta mañana que no sabías si fue una pesadilla o sólo un sueño raro?
- No cambies de tema, canosa, si quisieras matarme lo tendrías fácil.
- ¿Te enseño que no lo tendría tan fácil?
- Sí, mátame y compruébalo.
- No se te ocurra dejármelo fácil - dije.
Nos posicionamos frente a frente a varios metros de distancia.
- ¿Cuándo empezamos? - preguntó Isabela.
- Cuando alguna de las dos haga el primer movimiento - respondí.
En cuanto dije eso salieron enredaderas a mi alrededor, intentando atarme pero fue inútil porque las congelé y dividí en pedazos con un movimiento.
Contraataqué, creando un cubo de hielo que atrapó a Isabela de cintura para abajo. Isa no supo cómo liberarse.
- Parece que ya ganaste, canosa - dijo con una sonrisa, como si no quisiera ganar.
- ¿Por que te rindes tan rápido Isa? Tienes las manos libres, todavía me puedes meter un cactus en el culo.
- Uy, salió masoquista la princesa.
- Yo no fui la que se cayó de cinco metros de altura y ni siquiera se quejó.
Isabela empezó a crear todo tipo de plantas, provocando que me centre en congelarlas por miedo a las toxinas que puedan tener. Cuando estaba despistada velozmente pero con cuidado creó una enredadera detrás de mí que se alargó hasta mi cuello y lo rodeó.
- Te tengo, canosa - dijo orgullosa.
- Bien hecho, me hiciste bajar la guardia.
- Agradecería que me liberaras, no siento las piernas.
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Clavel Antártico [Elsa x Isabela]
RomanceElsa llegó a Encanto sin saber qué encontrar, pero poco después descubrió que se casará con Isabela, fanática de los cactus, y que adora el comportamiento chismoso de los Madrigal. (En el capítulo 1 hay un resumen de los 2 prólogos, eran los dos pri...