Un Amor En El Crimen

Parte 6.

Gala caminó durante lo que parecieron horas, su mente envuelta en una tormenta de pensamientos y emociones. No se dio cuenta de cuánto se había alejado hasta que el paisaje comenzó a volverse menos familiar. Las palmeras y la vegetación se veían iguales a donde había comenzado, pero algo en su intuición le decía que estaba perdida. Se detuvo, mirando a su alrededor, dándose cuenta de que no tenía idea de cómo regresar a la cabaña.

El sol empezaba a bajar en el horizonte, y una ligera ansiedad comenzó a crecer en su pecho. Sabía que la isla no era tan grande, pero la sensación de estar sola en un lugar desconocido la hacía sentir vulnerable. Gala respiró hondo, intentando calmarse, pero su mente seguía enredada en la confusión y los celos que la habían impulsado a salir en primer lugar.

Mientras tanto, en la cabaña, Karime colgó el teléfono después de una larga conversación con Mariana, sin haber notado de inmediato que Gala se había ido. Fue cuando el silencio se volvió abrumador que Karime se dio cuenta de que estaba sola. Se levantó rápidamente, mirando por la ventana y luego saliendo de la cabaña, buscando a Gala con la mirada.

Al no verla por ningún lado, la preocupación se apoderó de Karime. Esta isla, aunque pequeña, no estaba exenta de peligros, y la idea de que Gala pudiera estar perdida o lastimada la puso en alerta. Sin dudarlo, Karime comenzó a caminar por los senderos, llamando a Gala.

Karime: Gala, dónde estás?

gritó, su voz resonando en el aire de la tarde. Escuchó solo el eco de su voz como respuesta, lo que la hizo apretar los dientes con frustración. Se adentró más en la vegetación, esperando que Gala la escuchara.

Gala, al escuchar la voz de Karime a lo lejos, sintió una mezcla de alivio y aprensión. No quería que Karime la encontrara en ese estado, pero sabía que no tenía otra opción. Siguió caminando en la dirección de la voz, esperando que la llevara de regreso.

Karime continuó gritando su nombre, con la preocupación creciendo con cada segundo que pasaba.

Karime: Gala! ¿Qué mierda estás haciendo? Respóndeme!

Finalmente, Gala comenzó a ver algunas señales familiares y supo que estaba cerca. Karime, al percibir que la voz de Gala se acercaba, se detuvo y, con una mezcla de alivio e irritación, gritó:

Karime: Te perdiste porque te pusiste celosa, Gala? Por eso te fuiste?

Gala se detuvo en seco al escuchar eso, su corazón saltando en su pecho. No esperaba que Karime lo supiera o, peor aún, que lo mencionara tan abiertamente.

Gala: No es asunto tuyo!

gritó de vuelta, aunque la intensidad de sus palabras se veía debilitada por la confusión que sentía.

Karime, que ya podía ver a Gala entre la vegetación, apretó los labios en una sonrisa irónica.

Karime: Así que sí te pusiste celosa

murmuró para sí misma, antes de avanzar hacia Gala. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, cruzó los brazos, mirándola con una mezcla de desafío y comprensión.

Gala, al ver a Karime frente a ella, sintió que toda su frustración y confusión salían a la superficie.

Gala: No debería importarme, pero lo hace. Quién era ella? Qué significa para ti?

Karime dio un paso adelante, su expresión suavizándose un poco.

Karime: Mariana es alguien importante para mí, pero eso no tiene por qué cambiar lo que está pasando entre nosotras, Tú y yo... tenemos algo que no entiendo del todo, pero no voy a mentirte. No eres la única en mi vida.