dos trenzas

único

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│ ✐; Se recomienda leer la historia con modo
│ "claro" 
│ ✐; Espero que lo disfrutes.
│ Atentamente, Kiki.
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- Ady – Dice Kaia tratando de robarle la atención que tenía puesta en un libro.

- ¿qué pasó? – Responde la morocha de rulos, sentada en el sillón como "indiecito" con su libro titulado "almendra" por Won-Pyung Sohn.

- ¿me harías dos trencitas? – Pregunta, mirándola inocentemente y con una sonrisita, mostrando sus hoyuelos, sentadita su lado. Adina le contesta que le encantaría y le da las indicaciones de que se siente en el suelo apoyando su espalda en el sillón, con cada pierna de la joven a los costados de sus hombros. La de tez blanca le agradece y se sienta como le indicaron, esperando pacientemente a que comiencen a peinarla.

Adina que tiene como apellido Jena, se estira para alcanzar su mochila del bachillerato, que estaba en el suelo a su izquierda. Abre el cierre y saca de su neceser un peine fino para dividir el cabello en secciones, un cepillo para desenredar y una crema para peinar. Ya preparada para comenzar la acción, comienza con el cepillo peinando suavemente el cabello castaño de su amiga a la cual conocía desde la infancia.

- Y contame qué tal vas con la manualidad esa que estabas haciendo en tus clases de cerámica – Expresa interesada la joven de tez oscura.

- Hay que tener mucha paciencia para hacer que quede todo parejo y no se le hagan unas líneas por lo seco que queda cuando lo dejás reposar, me pasó que con el cenicero se me rompían partecitas o se le hacían esas líneas desprolijas y tenía que volver a curarlo una y otra vez, pero voy bastante bien jeje – Cuenta Kaia, jugando con sus pulseras.

- Ahh me había olvidado de que estabas haciendo un cenicero, pero sí recordaba que algo andabas haciendo – Explica entre risas Adina – Pero igual noté que quedó mucho pelo atrapado en el cepillo Kay, mirá – Le dice con un tono preocupado, mostrándole el cepillo de pelo.

Kaia que tiene como apellido Mejia, se pone un poco nerviosa y se le forma un nudo en la garganta. A pesar del pequeño malestar que empezó a sentir desde que escuchó la frase "quedó mucho pelo atrapado" le responde a la de apellido Jena que era normal que se le cayera el pelo. Inesperadamente la muchacha que porta ese apellido le comenta "pero hasta tenés el pelito re frágil, y vos no tenías el pelo así". La de hoyuelos le reafirma de que es normal y que por usar la planchita de pelo se le había estropeado, y le ordena que no se preocupara y siguiera peinándola.

La estudiante de facultad suelta el cabello de su amiga, se rasca la nuca y duda. Ve bastante pelo en el cepillo y eso la extraña.

- Dale Ady, no pasa nada, haceme las dos trenzas porfa – Le pide, girando su cabeza para mirarla.

- Bueno bueno, te creo – Finalmente accede, pero las dudas y pensamientos no salen de su cabeza. Cuando Kaia se gira con una sonrisita, la chica que la peina le deposita un besito en la cabeza.

Mientras siguen charlando entretenidas con silencios de por medio, Adina trenzaba el cabello de Kaia cuidadosamente y cariñosamente, tragando duro cada vez que hebras de pelo se quedaban atascadas en sus manos oscuras.

Termina de hacer las trenzas que están algo flojitas, colocándole unas liguitas peluditas de color rosa. a Kaia le quedan muy bien los colores claros, como el de la camiseta celeste bebé que llevaba puesta ese día del mes de agosto.

Adina guardó con mucha nostalgia esa camiseta en su ropero, tiempo después de que se enterara por medio de una carta escrita a mano por su amiga, en la que le comunicaba que tenía cáncer de pulmón.

La de hoyuelos le entregó en mano esa camiseta, antes de regresar a la ciudad por su quimioterapia. Había ido a su pueblo a saludar a sus seres queridos, ya que las cartas en las que comunicaba su cáncer las enviaba desde la ciudad. Adina al recibirla, rompió en llanto y su amiga la consoló suavemente. Le susurró de que ella iba a estar bien pero que deseaba de que se quedara con su camiseta hasta que ella volviera al pueblo. Y así fue, Adina se quedó con la camiseta, pero su amiga nunca más volvió.