Parte 6 Conociendo nuevas carnes

235 8 9
                                    

Primo y Secondo se acercaron.

-Ven aquí. ¿Sabes lo que haremos contigo? -Primo me tocaba el cabello y Secondo me tocaba el cuello. -¿Estás de acuerdo con ello? Puedes irte si quieres.

-No tengo opción, ¿verdad? -Primo me besó el cuello y mis piernas se hicieron débiles- Yo creo que no quiero... -Secondo metió su mano a mis bragas y me tocó el botón del diablo- los ojos se me pusieron en blanco y comencé a gemir.

Se quitaron sus vestiduras, sus penes estaban ya erectos, no sé si era de familia tener la verga grande. Secondo se puso frente mío, Primo detrás. Comenzaron  besarme la nuca, el cuello, la espalda, las tetas, Secondo se puso de rodillas, se puso una de mis piernas en su hombro y comenzó a beber de mis fluidos.

Terminó, me pusieron en 4, Secondo me metía el pene en la vagina, Primo me la ponía en la boca, ambos me embestían, esto no estaba tan mal, me sentía como la puta que fui a una vez, nunca había hecho un trío. 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me levanté de golpe, me los llevé a los tronos, Sentada en medio les comencé a  masturbar a ambos, ellos me jalaban mi cabello, me dolía, pero me encantaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me levanté de golpe, me los llevé a los tronos, Sentada en medio les comencé a  masturbar a ambos, ellos me jalaban mi cabello, me dolía, pero me encantaba.

Me senté en la verga de Secondo y comencé a brincar mientras besaba a primo.

-Se nota que si eres una perra- Me dijo Secondo-.

Se levantaron los dos, me acomodaron en una mesa y me hicieron una doble penetración, no lo soportaba, mi culo no era lo suficientemente ajustable a un pene de tal calibre. Gemía de dolor, ellos pensaban que era de placer, me valía verga, lo estaba disfrutando.

Los dejé hacer conmigo lo que quisieran, me daban nalgadas, me daban cachetadas, yo sólo sonreía como si estuviera poseída. me tocaban las tetas, me metían los dedos en la boca, me escupían en la boca, me pellizcaban los pezones, me ahorcaban. Era su juguete.

al final me pusieron en la orilla del mueble boca arriba, ellos masturbaban sus testículos entre ellos y yo bebía los fluidos que salían, yo también me masturbaba, aunque ya no podía venirme, ya había tenido varios orgasmos. al final explotaron al mismo tiempo, su semen resbalaba por sus manos y caían por toda mi cara, me encantó.

EL BURDEL DEL CLERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora