𝟬𝟲 𓍯

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-Unnie, ¿está todo bien? -Eunchae se asomó por la puerta del baño con una expresión preocupada, pero no esperó una respuesta cuando se dió cuenta de que Kazuha está a ahora más pálida de lo usual, la japonesa había tirado a tiempo de la cadena par...

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-Unnie, ¿está todo bien? -Eunchae se asomó por la puerta del baño con una expresión preocupada, pero no esperó una respuesta cuando se dió cuenta de que Kazuha está a ahora más pálida de lo usual, la japonesa había tirado a tiempo de la cadena para que la menor no viera la atrocidad que había salido de su estómago, pero se veía poco estable, casi a nada de desmayarse, por lo que Eunchae la tomó por la cintura para mantenerla estable. -¿Qué tiene, Unnie? ¿La llevo a un doctor?

Kazuha negó con la cabeza.

-Estoy bien, Eunchae -Le palmeó el hombro mientras cambiaba su mueca por una sonrisa pequeña. -Creo que me cayó mal la comida, eso es todo.

-Bien, vamos a la cocina para que tomes algo de agua -Insistió Eunchae. -Tal vez comer un poco te siente mejor.

Kazuha uso sus propias manos para sacar las de Hong de su cintura y se sostuvo del lava manos para mantener el equilibrio, cuando sintió sus piernas más fuertes se encaminó a la salida con la menor caminando a su espalda, y entonces ella pudo entender porque Chaewon se demostraba tan atenta a Hong Eunchae, era una chica fácil de querer, con sus atenciones y sonrisas cálidas. Regresaron al comedor donde Chaewon no se había movido de su lugar, así como la comida luego de que la menor corriera a socorrer a Kazuha.

-¿Nakamura sigue viva? -Preguntó Chaewon cuando escuchó los pares de pasos acercarse.

-¿Ya te preocupo un poco, Unnie? -Bromeó Kazuha haciendo reír a Eunchae.

-Me preocupaba tener que sacar un cadáver de casa -Que no sea el mío. Pensó Chaewon.

-No diga esas cosas, Unnie -Dijo esta vez Eunchae retomando su lugar en la mesa. -Mejor termine de comer la comida que Kazuha Unnie preparó para usted.

Chaewon no dijo nada, solo se llevó otra cucharada a la boca y masticó varias veces antes de tragar. Eunchae esperó a que Chaewon terminara de comer antes de despedirse de ambas mayores e irse a su casa con la excusa de no terminar aún su tarea. El silencio incómodo se hizo presente y Kazuha supo que era mejor seguir con la limpieza.

-Iré a mi habitación -Habló Chaewon, Kazuha asintió y lo vio caminar hacia el pasillo que lo llevaba a su destino, pero se detuvo antes de desaparecer en él. -Dejaré la puerta sin seguro, para que no se te ocurra tirar esa también.

La casa quedó reluciente luego de cuatro días de limpieza intensiva, a Kazuha le dolía la espalda como si los cuarenta y nueve años de su madre la aplastaran a ella, ahora solo faltaba limpiar la habitación de Chaewon quién tampoco había salido de su habitación más que para comer un tercio de lo que la japonesa le servía en el plato o para buscar un vaso de agua fresca.

En cuatro días, Kazuha había descubierto que Chaewon tenía una manera curiosa de llevar a cabo su duelo. No lloraba a menos que estuviera a solas -o cuando creía que estaba a solas, porque Kazuha no lo descuidaba ni un segundo-, tardaba horas sumergida en la bañera tal vez intentando ahogar su dolor y comía tan poco que estaba segura de que había comenzado a bajar de peso demasiado rápido.

──      𝗱𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝘀𝗶𝘃𝗲 𝗿𝗼𝗼𝗺  ୨୧   summerz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora