All I need is you | DekuMina

[Parte única]

Revisar notas al final del capítulo ~

Eran cerca de las ocho y treinta de la tarde, pero debido a que se encontraban a principios de invierno, al exterior del edificio apenas quedaban un par de rayos de sol, los cuales parecían desvanecerse con cada paso que la muchacha daba, en dirección a los dormitorios del campus.

Una vez que llegó frente a la puerta, no pudo evitar sentir que debía detenerse un momento para recuperar el aliento. Cerró los ojos y dejó en el piso las bolsas que traía consigo, luego suspiró; había sido una semana intensa, con evaluaciones difíciles y un montón de "entregas finales" que a más de algún estudiante le sacaron lágrimas.

U.A. era una universidad prestigiosa, difícil, y, sobre todo, costosa.

La muchacha de melena rosada volvió a abrir los ojos, y decidida, golpeó la puerta, tres veces y de forma pausada; aquella forma peculiar que se le había ocurrido para hacerle saber a su novio que se trataba de ella.

Pero no hubo respuesta; absoluto silencio. Observó por debajo de la puerta, y no logró observar ninguna luz encendida en el interior del cuarto.

Pero por supuesto, Mina Ashido no era una mujer que se rindiera fácilmente.

Golpeó la puerta nuevamente, y al repetirse la ausencia de respuesta, decidió que era momento de usar su voz.

– "Sé que estás ahí, Izuku. Si no quieres abrirme la puerta, me sentaré aquí en el pasillo y cantaré toda la noche, hasta que tus compañeros se enfaden, y vengan a pedirme que haga silencio, entonces yo voy a discutir con ellos y seguramente..." – mientras la chica le narraba un posible escenario catastrófico causado por quedarse fuera de la habitación, escuchó un par de pasos arrastrados, que finalmente se detuvieron frente a la puerta, y se quedó en silencio cuando la voz masculina le interrumpió.

– "Estoy bien, en serio. No necesitas preocuparte por mí" – con un tono de voz evidentemente apagado y decaído, el muchacho intentó débilmente convencerla para que se retirara.

– "Muy mal, porque ya me preocupé, y te informo que traigo conmigo un delicioso okonomiyaki, varios nikuman de cerdo y también unos dorayakis, si quieres algo dulce. Así que, a menos que me abras la puerta, estoy dispuesta a instalar un picnic en tu pasillo y comenzar a cantar" – la pelirosa no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, imaginando el caótico escenario que previamente le había planteado a su novio.

Tras unos segundos de silencio, la puerta se abrió lentamente y luego se detuvo, lo suficiente para que el muchacho asomara su rostro para verla.

– "Oh, cariño..." – exclamó ella, cuando finalmente vio la expresión desanimada y cansada del muchacho.

Su rostro evidenciaba ojeras que difícilmente eran de una o dos noches de mal dormir, y su usual sonrisa que a ella le parecía tan tierna, parecía llevar mucho tiempo ausente; su piel estaba pálida y su cabello más alborotado de lo normal. Por un momento, la muchacha temió que se encontrase gravemente enfermo.

Extendió sus manos hasta acunarle el rostro con sus palmas, e Izuku cerró los ojos, permitiéndose un momento de paz; aquella paz que siempre lo invadía cuando sentía el contacto de las delicadas manos de su novia sobre su piel.

Mina le acarició las mejillas con suavidad, y casi como si pidiera permiso, dio un paso hacia él, empujando sutilmente la puerta, y abriéndose paso hasta que logró abrazarlo.

Izuku no se resistió en absoluto. En el momento en que los brazos de Mina rodearon su torso, fue consciente de lo mucho que la había extrañado; habían estado separados durante toda la semana de exámenes, simplemente porque él necesitaba concentrarse y estudiar más, de otro modo, no conseguiría las calificaciones necesarias para mantener su beca.