𝐂𝐘𝐒𝐌 | ❛ Las cicatrices emocionales pueden parecer cerradas, pero su sensibilidad persiste, lista para reabrirse cuando se tocan las fibras sensibles del corazón.❜
Escapar de los problemas sin resolverlos por completo nunca es la solución. Elowe...
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────¿Ya hay alguien cubriéndome? ¡Oh, entiendo! ¡Sí, sí! Muchas gracias por informarme, en serio.
Elowen estaba sentada en el sofá de la sala de la habitación del hotel, un espacio amplio diseñado para dos personas. Conversaba cómodamente por teléfono con un oficial, quien le había informado sobre su trabajo en Estados Unidos y cómo la policía local estaba llevando a cabo el hecho de haberle conseguido una suplente como maestra.
Al levantarse para ir a la cocina en busca de la bebida que su amigo le había preparado, notó que él no estaba allí. Tomó el café entre sus manos y soltó un suspiro. Había pasado una noche y ya estaba avanzada la tarde del día siguiente, por lo que aún no se habían adaptado completamente al nuevo entorno. Aunque habían organizado la mayoría de las cosas a su gusto y desarmado las maletas, quedaban pequeños detalles por atender, consecuencia de su llegada en la noche anterior.
────¿Todo en orden, Wen?
Se sobresaltó cuando sintió el contacto cálido del mentón de su amigo sobre su hombro. Él se había inclinado ligeramente hacia ella, adaptándose a su altura, y con las manos firmemente aferradas a sus caderas, se impulsó para darle un suave beso en la mejilla. Este gesto cariñoso logró captar su atención, sacándola de su ensimismamiento y devolviéndola al presente.
Aprovechaba cada momento desde que empezaban a a convivir solos.
────Claro, está todo en orden────, ella se volteó para encararlo, aún con la bebida en mano. Si bien se había sorprendido, no se inmutó demasiado por la muestra de afecto.────Los oficiales me contactaron por mi empleo, todo está bien, está controlado...
────¿Tus niños ya tienen a alguien?
────Así es. Consiguieron a una suplente mientras estoy fuera del país.
Dio un trago al café y se dirigió con parsimonia hacia la sala, donde se dejó caer en el sofá con un suspiro de relajación. La situación tenía sus ventajas, como no tener que levantarse temprano para ir a trabajar, y el hotel la estaba tratando con mucho cuidado. Su amigo no tardó en seguirla y se sentó a su lado, con el cabello aún húmedo por la ducha que había tomado hacía poco.
────Eso es genial...────, se alegro por ella. Sacudió su cabello como un gatito y lo peinó con sus dedos.────¿No me viste cuando regrese del gym?
────No, estaba organizando una planificación de actividades para mi suplente; así es más fácil sus días teniendo algo de que guiarse, con respecto a lo que yo hacía con mis niños────, le explicó.────¿Por qué? ¿Tenía que verte... o?
────Claro que tenías que verme. Me veía fantástico, muy bien... igual que siempre, solo que ahora ya me he bañado y sacado el sudor────, volteó sus ojos con gracia. Elowen solo se rió.
