𝙏𝙬𝙞𝙨𝙩𝙚𝙙 𝙎𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙨 / ᴋᴇɴᴅᴀʟʟ ᴊᴇɴɴᴇʀ & ʏᴏᴜ

ᴇʟ ᴏʙꜱᴇʀᴠᴀᴅᴏʀ ᴏᴄᴜʟᴛᴏ

—Aseguren el perímetro —ordene, a través de mi auricular.

Analice el lugar por tercera vez, fijándome rápidamente en cada persona que pasaba por ahí. El hecho de que el funeral de la victima se haya hecho en un lugar abierto, complicaba ligeramente las cosas, facilitándole al asesino la posibilidad de volver a atacar.

—Hasta el momento, todo asegurado y tranquilo —escuche la voz de Henry.

—No veo nada extraño por las cámaras de seguridad —Ava reporto.

—Perfecto.

Me mantuve alejada del velorio, viendo como los familiares y amigos del fallecido esperaban a que el sacerdote terminara su procedimiento habitual, sus rostros reflejaban una mezcla de dolor y resignación. El viento susurraba entre los árboles, y el murmullo de la multitud se mezclaba con el sonido distante del tráfico. A pesar de la aparente tranquilidad, mi mente no dejaba de trabajar, analizando cada detalle, junto con cada movimiento sospechoso.

Me apoye en el árbol que había a mis espaldas, y deje salir un suspiro, intentando liberar la tensión acumulada en mis hombros. Pero la calma era una ilusión frágil, y sabía que no podía bajar la guardia ni por un segundo. La imagen de la víctima, brutalmente asesinada, seguía fresca en mi mente, recordándome que el asesino aún estaba libre.

El sol del atardecer se poso en mi cara, brindándome algo de calidez, en medio de este triste escenario. No fue necesario esperar demasiado, antes de que el ataúd empezara a descender lentamente, marcando el inicio de la ultima etapa de este entierro. Fije mi mirada en la castaña, quien lloraba en silencio, tapando sus lagrimas bajo unas gafas negras.

Después de unos cuantos minutos, la tumba de Fai Khadra había quedado completamente lista, cubierta por una capa de tierra fresca y coronada con flores. El grupo de dolientes comenzó a dispersarse lentamente, dejando atrás un silencio pesado que parecía envolver el lugar.

Mantuve mi posición, observando cómo la castaña permanecía inmóvil junto a la tumba, incluso después de que la mayoría de los asistentes se habían retirado. Algo en su comportamiento me seguía pareciendo fuera de lugar. Ella se quedó allí, inmersa en su dolor, o al menos eso era lo que parecía a simple vista.

—Henry, ¿tienes algún movimiento sospechoso? —pregunté, mi voz baja y firme a través del auricular.

—Nada, todo sigue tranquilo —respondió.

—Ava, ¿alguna actividad en los alrededores? —pregunté, sin dejar de observar a la castaña.

—Negativo. La zona está despejada. Nadie ha salido de lo normal —la chica igualmente respondió.

Entrecerré mis ojos, con algo de duda en mi interior, pero no tuve demasiado tiempo para pensar en eso, por que en ese instante, unos leves toques en mi hombro llamaron mi atención.

—¿Disculpa?

Me voltee completamente, fijándome en la chica que ahora se encontraba frente a mí. Aunque fuera una completa desconocida, la pude reconocer fácilmente, debido a que era una de las mejores amiga de Kendall.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunte, manteniendo mi voz neutral pero firme.

No pude evitar sentirme extrañada cuando una cálida sonrisa se formo en sus labios, desconcertándome un poco.

—Uhm, la verdad es que solo quería presentarme. Se quien eres y que es lo que haces, y también se que estas al cuidado de Kendall, así que supuse que empezaríamos a vernos más seguido —la chica explico, levantando su mano en el aire— Soy Bella Hadid, un gusto en conocerte.