Me levante en la mañana y me senté en la cama analizando todo lo que pasó al día siguiente, ese chico... ¿Es estúpido o se hace el imbécil? Tengo que reconocerlo tiene bastantes huevos para quedarse sabiendo lo que soy y lo que puedo llegar hacer, mire que estaba dormido y aproveche para darme mi baño de Rosas en agua caliente para relajarme un poco y aclarar mi mente, me di un largo baño para luego salir y caminar a la parte de la catedral, camine hasta las grandes puertas de retrato cristal colorido y entre caminando hasta la parte del altar y me arrodille para empezar a rezar.
— En el nombre del cielo, de las nubes y del universo, que mi voz fluya como el viento hasta los oídos de la diosa nyx, oh, mujer perfecta que brillas en el cielo y en la tierra, joven Lucero que ilumina el mundo con la gracia de su risa te imploró de rodillas que quites este castigo sobre mi y envíes una luz a mi vida para volver a ser feliz— rezaba en voz baja, no recordaba cuantas veces le había rogado esa luz pero nunca llegó a escucharme o tal vez solo ignore mi petición como siempre, me levante y sali del lugar pérdida en mis pensamientos recordando ese momento cuando le pregunte si se quedaría pude ver tranquilidad y sinceridad en esos ojos de cazador lo cual es sorprendente.
Camine hacia el ala izquierda del Castillo para subir a la torre donde estaba mi tesoro más preciado... Mi corazón congelado, como era de costumbre subí esas escaleras que parecían infinitas y cuando abrí la puerta note las puertas que daban al balcón abiertas, si mal no recordaba las había dejado cerradas o tal vez mi memoria me fallaba, camine hasta las puertas de vidrio para cerrarlas y vi una rama atorada entre los huecos del diseño del balcón y una cuerda colgando de ella.
—así que por aquí subió... — hable para mi misma Para soltar la rama de donde estaba atorada y cerrar las puertas de vidrio y dirigirme a la mesita con la cúpula vi algo rojo al final de la cúpula lo cual me pareció extraño, cuando quite la cúpula Vi como al rededor del corazón habían pequeñas flores Rojas muy bonitas.
—no me jodas... — susurre para mi misma entre un suspiro que escapó de mis labios, volvi a poner la cúpula y escuche un ruido.
—ya despertó— dije para mi misma y sali de la torre lo más rápido posible, baje a la cocina para sacar las cosas para preparar el desayuno, ers increíble como escuchaba el mínimo ruido que hacia, podía escucharlo todo a metros de distancia por culpa de luscus.
Mientras cocinaba el desayuno mi mente se perdió en la nada y caí en la realidad de que tenía un extraño enemigo en mi "hogar" y no lo mate por alguna extraña razón, el tenía el aura de un idiota pero al menos tenía un cerebro decente supongo que cuando lo mate me daré un buen manjar la verdad no creo poder abrirme con alguien y mucho menos con un cazador. Seguía en mi mente totalmente ajena a los que pasaba a mi alrededor mis sentidos estaban alerta a la espera del joven imbécil entrometido que se le ocurrió llegar ayer como si hubiera sido obra de la diosa nix, seguí en mi mente hasta que una voz me despojo de mis pensamientos.
—buenos dias, reina alessa— dijo ese chico ya bañado y arreglado lo cual me sorprendía mucho.
—buenos días— respondi de manera seca mientras ponía la masa en la bandeja para cocinar los panqueques.
—¿puedo ayudarla en algo?— pregunto el joven acercándose a mi.
—si, desapareciendo de mi vista— dije fría y algo molesta mientras metía la bandeja con los círculos de masa en el horno.
—Jajajaja, usted es muy graciosa su Majestad— dijo mientras se acercaba a mi lado.—parece un pequeño gatito gruñon, su majestad— dijo algo divertido lo cual me dejó en desconcierto.
—le pido que cuide sus palabras, joven principe— dije algo molesta mientras tomaba las caja con frutos rojos y los lavaba.
—disculpeme, solo quería hacerla reir— dijo el mientras me ayudaba a lavar los frutos rojos, este chico era muy extraño.
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꧁ 𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐚 ꧂
DiversosAlessa, una reina que perdió todo lo que amaba por una maldición que la llevo a la soledad, una mujer hecha un monstruo conoce a un hombre de otro Reino que se vuelve su única compañia, un destino extraño y quien sabe puede que este sea la luz al fi...